Por invitación del presidente de la entidad, Daniel Funes de Rioja, el ministro de Economía, Sergio Massa, compartirá hoy un almuerzo con la mesa chica de la Unión Industrial Argentina (UIA), en una comida que tendrá dos temas espinosos: la falta de dólares para la producción de las plantas y el nivel de precios altos que está trasladando la producción. El funcionario nacional estará acompañado por el secretario de Industria, José Ignacio De Mendiguren, ex presidente de la casa fabril y quien viene siguiendo la agenda del sector.

Según contaron fuentes cercanas a Massa, su idea es que la industria cuente con todos los dólares necesarios para no parar la producción, que no caigan los niveles de actividad y no resienta el empleo. «Es una decisión política», describen. «Demanda tenemos de sobra, pero si no hay divisas, hay sectores que se van a terminar parando», explicó a este diario un dirigente de la entidad. Es que el tema del reclamo de dólares para insumos importados ya no es patrimonio único de los sectores de la UIA históricamente enfrentados con el Gobierno, sino que lo viven hasta las pymes. 

«Estamos haciendo contención para abajo de los reclamos por falta de insumos», destacó otro de los popes de UIA. En el Gobierno, por su parte, aseguran que «no hay riesgo de parálisis de la producción». Lo dicen basados en informes del Ministerio de Trabajo que no tienen en el horizonte corto situaciones de parate productivo o suspensión de empleados. Respecto a la actividad, afirman que no se ve un derrumbe ni hacia adelante: el índice adelantado de agosto, que elaboró el CEP XXI, centro de estudios de la cartera productiva, dio una suba interanual del 4,8 y del 1,6 intermensual. 

Los industriales aseguran que ya tuvieron, sin éxito, reuniones y charlas con el secretario de Comercio, Matías Tombolini, pero que los plazos se acortan. En el Gobierno admiten que las divisas son escasas, pero que Massa está dispuesto a que la prioridad sean las fábricas. 
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Según aseguran en Industria, la salida de la temporada invernal debería redundar, en el período octubre-mayo, en una relajación de la tensión sobre las divisas enteramente relacionada con la caída de las importaciones de energía, que fueron la causante de perdida de reservas del Banco Central (BCRA). «No va a haber una normalización total, pero sí menos tensiones», explican. 

Por otra parte, el otro tema caliente es cómo la industria está trabajando en su política de precios. Cuentan que Tombolini tiene en su escritorio dos informes muy duros: uno de valores de la industria de los alimentos y otro de precios dre la siderurgia, elaborado por Flacso, que tiene números de impacto. Massa va a la UIA con la idea de reclamarles a las industrias que si quieren que el Gobierno las apoye y les garantice los dólares, moderen los precios. «Va a haber un mensaje a los formadores de precios», adelantan. 

En esa misma mesa habrá, de hecho, dirigentes del sector textil, un rubro que viene con aumentos fuera de contexto y que debía tener esta semana un encuentro con el Gobierno para comprometerse a reducir la remarcación. El problema es que Massa quiere moderación inmediata, algo que no se está viendo: la consultora Ecolatina, en el IPC GBA que mide Capital y 24 partidos del Conurbano, reportó en los primeros quince días del mes un alza de precios general de 7,3 por ciento, con alimentos creciendo al 6,4 y los Textiles con una suba de 17,7 por ciento. No es la única industria que está apuntada por el Gobierno por los precios, pero es un botón de muestra de una problemática que está directamente relacionada con los niveles de actividad.