San Luis (LaNoticia) 09-11-2020. No hay que ser un politólogo de carrera para saber que todo lo que hace Alberto Rodríguez Saá lo hace para ganar elecciones, de hecho, fue lo que ocurrió durante los últimos años, con votos genuinos, más los direccionados por presiones o dadivas.
Ahora, el oficialismo provincial pretende ir más allá, incluso violar una ley que, ni un DNU nacional puede modificar, que es la ley de partidos políticos.
El proyecto de “paridad de género en cargos electivos” que presentó el gobierno la última semana, busca primordialmente que Juampi Funes o Gastón Hissa, no encabecen ninguna lista Legislativa para el 2021, todo esto amparado en “lograr una verdadera paridad en la Legislatura” según las palabras de la secretaria de la Mujer, Ayelen Mazzina.
Paridad que se hubiese dado si el Gobierno de San Luis, hubiere aprobado la ley de paridad aprobada en 2018 y puesta a dormir en los cajones del senado, esa ley en 2019 garantizaba en todos los cargos la presencia de mujeres en lugares expectantes, tanto primera como segundas en listas legislativas, pero el albertismo así no lo quiso.
Hoy intentan “ser los promotores” encubriendo las verdades intenciones, buscar la forma de tener el control de las listas que presenten los partidos opositores. Este proyecto en su artículo 11 dice que “las listas de candidaturas que se presenten deben integrarse ubicando en su primer cargo titular a personas de género femenino” y a su vez condiciona a la “Justicia Electoral Provincial y/o el Tribunal Electoral Provincial no podrán oficializar las listas que no respeten” va en contra de lo que dice Ley N° 23.298 en su artículos 1 y 2 “Se garantiza a las agrupaciones el derecho a su constitución, organización, gobierno propio y libre funcionamiento como partido político”; ”Les incumbe, en forma exclusiva, la nominación de candidatos para cargos públicos electivos.”
En simples palabras lo que se propone en ese artículo es inconstitucional, pero el verdadero objetivo es que ni Funes, ni Hissa, encabecen listas de diputados en Pueyrredón, ya que ambos políticos son los que más miden en ese departamento, donde el oficialismo provincial no tiene candidatos de peso propio.