Alberto Rodríguez Saá no quiere hacerse cargo de su derrota, el eligió y presentó el candidato y le impuso la compañera de fórmula, gasto miles millones de pesos en una campaña para instalar a un ex intendente totalmente desconocido con una provincia sumida en la pobreza.

Ahí el primer error, la gente ya sin miedo y con nada para perder, porque el gobierno del mismo Rodríguez Saá les había quitado la libertad y su propia prosperidad durante la pandemia, cientos de familias quedaron quebradas económicamente y emocionalmente por las absurdas medidas tomadas por el gobernador y su gabinete de millonarios.

“Témele a un hombre que no tiene nada que perder” una frase vieja pero tan real, una que no rondaba en la mente de un hombre que le quito todo a una población y que ninguno de sus “asesores” logró advertirle con éxito, apretaron, persiguieron y amenazaron tanto, que eso se transformó en la valentía de cientos y de miles de puntanos que votaron en contra de un modelo empobrecedor, Alberto Rodríguez Saá´ se trasformó en el “gobernador creador de pobres”, en sus 16 años de gobierno San Luis siempre tuvo los peores indicadores, pero teníamos obras fastuosas hoy abandonadas y funcionarios millonarios como Nicolás Anzuloich, o los hermanos Berardo, y así podríamos seguir con cada uno de los hijos del poder que se enriquecieron sin trabajar.

Cuesta describir sin olvidarse de otras cuestiones esta editorial, pero sabemos que uno de los exorbitantes viajes al exterior como el ir a ver una final de River Plate con varios empleados de Terrazas o a Paris, donde algunos presumen que será el lugar del exilio de la familia saliente. Ni uno solo de los funcionarios se “salvo” de hacer negocios cada vez que pudieron, como Ayelen Mazzina y el millonario encuentro de mujeres y diversidades el cual se cansaron de mentir al aire diciendo que el Estado no había aportado dinero y finalmente la verdad salió a la luz con un contrato secreto de 370 millones de pesos para financiar dicho evento, algo que le valió se designada como Ministra de Alberto Fernández.

Peor el peor error de todos fue la ostentación del ahora millonario Nicolás Anzulovich, ministro de Desarrollo Social de San Luis, área de donde dependen los planes sociales, en la recta final de las elecciones se conoció la compra de una moto KTM valuada en 21 millones de pesos, una camioneta de lujo y la construcción de una casa de campo en un barrio exclusivo de la Florida, el más caro de san Luis y su sueldo de más de 1.5 millones mensuales, sin contar que está casado con Eugenia Catalfamo Senadora Nacional y compañera de fórmula de Fernández en las elecciones, ese nivel de vida lleva un joven ministro que jamás tuvo un trabajo fuera del Estado.

A esto le agregamos que en plena veda electoral el ministro cito a los beneficiaros de los palen sociales para prometerles que si ganaban los pasaban a todos a contrato, algo que se llevó a cabo en distintos puntos donde los funcionarios del ministerio le quitaron los teléfonos a los asistentes para que no puedan graban la falsa promesa electoral del ministro millonario, esto terminó de sentenciar la derrota histórica de Alberto Rodríguez Saa.

El periodista de Radio Universidad Oscar Flores dejó una editorial clara sobre la transición, “Zanjado el tema electoral ya con un cómputo oficial, en el transcurso de la semana o la que viene, tiene que haber una convocatoria del gobernador, Alberto Rodríguez Saá, a quienes hayan sido electos para coordinar acciones que sean inmediatas y urgentes. No se puede esperar más tiempo”. “Hay que aplicar medidas ya. Automáticamente ya, no esperar más allá de junio. Por eso creo que el gobernador, que cumplió un ciclo en la provincia, no creo que vuelva a ser un gobernante, se tiene que ir por la puerta grande, un hombre mayor, un hombre maduro, un dirigente reconocido. Me parece que tiene que dar el ejemplo”, indicó.

Por último, avisó que “tiene que convocar y consolidar los 40 años de democracia”: “Tiene que darle la mano a otra generación de dirigentes porque así es la vida, la naturaleza, hay que aceptarla y estar a la altura de las circunstancias”.

“Eso sería lo más saludable para la vida democrática de la provincia”, completó.