Gracias a la concentración de la riqueza que generó Cambiemos, el Indec debió crear una nueva medición estadística que tuvo un pico en el último trimestre de 2019.

El modelo de Cambiemos se podría resumir en concentración de la riqueza y fuga de esos capitales. Fue tan burdo el acopio de las ganancias en pocas manos que se movieron $ 24.000 millones en objetos valiosos afuera del país en los últimos tres meses de 2019. Detrás, la simple venta de productos pero también abarca el ocultamiento de activos en el extranjero. Por esta suma récord, el Indec debió separar estadísticamente ese rubro para evaluarlo dentro del cálculo del PBI.

Entre julio y agosto, fueron exportados de Argentina $ 3.100 millones en objetos valiosos. De septiembre a diciembre la suma ascendió a $ 24.090 millones, precisó la Dirección de Cuentas Nacionales en el informe del estimador mensual de actividad económica del Indec. El total dio un saldo vendido de $ 6.797 millones a precios corrientes. Se sobreentiende que es tan infoerior la sumatoria por el comportamiento de la primera mitad del año, pese a que eso no fue aclarado por el organismo oficial.

Como creció sustancialmente en importancia, el organismo estadístico decidió detallar este concepto desde la segunda mitad del año. El propio ente, hasta 2019 dirigido por Jorge Todesca y ahora en manos de Marco Lavagna, explicó que «se ha desagregado el componente de la formación bruta de capital debido a que se ha detectado un incremento atípico de la exportación de objetivos valiosos pertenecientes a residentes».

Los objetos valiosos son bienes producidos «de considerable valor que no se usan primordialmente para fines de producción o de consumo, sino que se mantienen a lo largo del tiempo como depósitos de valor. Se espera que se revaloricen o, al menos, que su valor real no disminuya y que, bajo condiciones normales, no se deterioren con el paso del tiempo», aclara en el Indec en su manual metodológico. Este concepto incluye piedras y metales preciosos, antigüedades, objetos de arte y otros valiosos que representan formas alternativas de inversión. «Muchas veces los inversionistas pueden elegir comprar oro en lugar de un activo financiero, y los fondos de pensiones suelen adquirir obras maestras de pinturas clásicas cuando los precios de los activos financieros se comportan de una manera volátil», precisa el organismo.

Esta partida existe en el mundo por recomendación de la ONU, precisaron economistas especializados en cuentas nacionales consultados por El Destape, pero no suele ser relevante. Con Mauricio Macri, los pobres se tornaron indigentes, el grueso de la «clase media» en pobre y los adinerados en hípermillonarios, razón por la que estos últimos tuvieron tantos movimientos.

Las exportaciones de miles de millones en objetos valiosos pudieron tratarse de la común venta de estos productos a otros países del mundo o una picardía contable: hípermillonarios dejaron de figurar como titulares de estos bienes para cederle la custodia a sus propias offshores ante cualquier eventualidad que involucre a los verdaderos dueños. Por la inédita y repentina escalada, la segunda explicación cobra mayor sentido.

Individuos y empresas vaticinaron la proximidad de un impuesto a la riqueza con el ya garantizado cambio de gobierno, por lo que se adelantaron y entregaron parte de su patrimonio a alguna de sus sociedades en el extranjero, quizás subestimando el precio. Con el blanqueo de capitales de Macri, muchos hípermillonarios convinieron admitir su fortuna real. Ese es el mismo 1% que ahora exige ayuda estatal para sus empresas pero hace presión para que el Gobierno no les cobre un impuesto que redistribuya una mínima fracción de su riqueza concentrada y así mitigar la pandemia.

El Frente de Todos presentó un proyecto en el Congreso para que quienes poseen patrimonios superiores a los $ 200 millones abonen el 2%, con escalas crecientes hasta el 3,5% para las fortunas superiores a los $ 3.000 millones. En total se vería afectada sólo el 0,08% de la población económicamente activa. Con esto, los economistas del bloque oficial estiman recaudar unos U$S 3.000 millones.

El Ejecutivo destinó $ 1,7 billones en nuevas medidas tendientes a mitigar los efectos de la pandemia, lo que equivale al 5,6% del PBI. Ante la profunda caída económica estimada de abril y la insistencia de la cúpula empresarial, el presidente, Alberto Fernández, habilitó a 640 fábricas de actividades no escenciales a que reabran desde esta semana. El vicepresidente de la UIA, José Urtubey, confirmó en Lo Prometido es Deuda (FM La Patriada) que 1.200 presentaron protocolos para volver a operar, por lo que puede elevarse el número pronto, y que los funcionarios aplicarán nuevas políticas para proteger a estas compañías.

Ezequiel Orlando para ElDestape