Hace 20 años en San Luis se empezó a escuchar la palabra feudo, y al igual que Formosa, los hermanos Rodríguez Saá, se han encargado de tener uno en pleno silgo 21, siendo dueños prácticamente de la Provincia y de la vida de los puntanos.
Alberto Rodríguez Saá ha confundido apropósito “Estado, con Gobierno, con partido político, con familia”, padre e hijo en el manejo del gobierno provincial, hija manejando la red de medios privados solventados con pauta estatal, Poder Judicial con juez amigos y familiares, son el ejemplo justo de que en San Luis la división de poderes no existe.
En los últimos días el propio gobernado anunció en el Canal Estatal el candidato de su partido político y utilizó todas las redes sociales del gobierno para hacer el anuncio partidario, el candidato un ex intendente de la olvidada Tilisarao, quien no culmino su mando y pasó a ser miembro del Superior Tribunal de Justica, puesto a dedo por el propio gobernador, ahora resulta que sin escala, pasa a ser el candadito del oficialismo provincial, después dicen que la justica de San Luis es independiente…
Un Poder Judicial coptado por amigos y militantes del partido Justicialista de San Luis, con jueces y fiscales puestos a dedo, los cuales reprobaron o no hicieron los exámenes correspondientes, personas declaradas no aptas para el cargo por el Concejo de la Magistratura de San Luis. Y así vemos el resultado del manejo de la Justicia de San Luis, Guadalupe Lucero y Osvaldo Hernández desaparecidos hace más de un año, asesinatos sin respuestas como el del Bebo Ochoa en Cortaderas.
Los casos sin resolver, la ola de inseguridad, la pobreza, la falta de trabajo, la inflación provincial, son varios de los ejemplos de una provincia feudal, donde el poder y la concentración de la riqueza reside en una sola familia y sus amigos.