Morales acusa a Chile de usurpar los manantiales desde hace años y manifestó su asombro por la demanda que esta hizo contra su nación.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, manifestó este martes que su nación presentará una contrademanda a Chile, en aras de defender las aguas del Silala y aseguró que goza de los argumentos suficientes para demostrar que estos manantiales son de los bolivianos.
«¿Cómo puede ser que Chile nos robe agua y de paso nos demande?» se preguntó el dignatario al dar el anuncio de la contrademanda que introducirá.
Desde la ciudad de Cochabamba (Centro), Morales ofreció una rueda de prensa en la que celebró que Chile haya reconocido el derecho internacional y que en 1908 legalmente pidió una concesión para el uso de las aguas del Silala.
«Es una alegría que ahora el Gobierno de Chile respete el Pacto de Bogotá, es una alegría que el Gobierno de Chile no va a dar ninguna objeción a la competencia de (Corte Internacional de Justicia) La Haya».
Destacó que no está en discusión si es o no río internacional, «aquí lo que está en debate son los manantiales de aguas del Silala».
El mandatario reiteró que Bolivia acudirá a las instancias internacionales para defender su derecho a las aguas del Silala. Llamó a la unidad de su pueblo para defender la soberanía de estos manantiales.
Bolivia reclama su soberanía sobre el manantial del Silala, una fuente de agua que se origina en el Departamento de Potosí, en el sureste del país, a cuatro kilómetros de la frontera con Chile, nación que canalizó artificialmente (desde 1908) el curso del agua para abastecer a sus ciudades del norte.
El Gobierno boliviano asegura que unos 180 litros de agua por segundo fluyen por un sistema artificial de acueductos hacia Chile, que la aprovecha para su uso en Chuquicamata, la mina de cobre a cielo abierto más grande del mundo. Por el aporte de este recurso hídrico, Chile no le otorga ninguna bonificación a Bolivia, un hecho que este país cataloga de «ilegal y abusivo».
En contexto
En abril de 2009, Bolivia y Chile llegaron a un preacuerdo en el que Santiago se comprometió a pagar por el uso del 50 por ciento de las aguas del manatial, mientras se realizaba un estudio hidrológico profundo.
El convenio entre ambas naciones nunca se cumplió y fue descartado en 2010, cuando Chile decidió interrumpir las negociaciones de una agenda de 13 puntos sobre problemas pendientes, en los que se incluían los recursos hídricos compartidos.
La presidenta de Chile informó el pasado mes de marzo que contrademandará a Bolivia si este país concreta su demanda en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por el caso del uso de las aguas del Silala.
Por su parte, el canciller chileno, Heraldo Muñoz, señaló, tras conocer la segunda demanda de Morales ante La Haya en contra de Chile pero esta vez por el río del Silala: «Quiero decirlo de forma clara, no importa cuántas demandas Bolivia interponga en los tribunales (…) no se cederá soberanía, que se entienda bien».