Moviéndose rápidamente, el gobierno bonaerense fue amortiguando un drama que pudo ser mucho pero mucho peor: un comité de emergencia toxicológico detectó en el atardecer del miércoles el antídoto para enfrentar los efectos de la cocaína contaminada y de esa manera se pudo frenar la cifra de fallecidos, que amenazaba con superar largamente los 50. En la noche de este jueves, los fallecidos ya son 23, aunque hay dos más que no está claro si murieron por las dosis compradas en Puerta 8. La otra herramienta clave fue la comunicación: se pudo advertir a todos los que habían comprado “papelitos” de cocaína en el pequeño barrio de Tres de Febrero que no los consumieran y eso también ayudó a frenar los casos. Un tercer elemento clave fue que se secuestraron los 400 “papelitos” que todavía quedaban en ese bunker. Horas más tarde, en la madrugada de este jueves, se produjeron nueve allanamientos en los que se detuvo a un conocido narco, Joaquín Aquino, alias El Paisa, en base a una causa anterior. En Puerta 8 fueron detenidas seis personas.

El ministro de Seguridad de la provincia, Sergio Berni, lanzó la hipótesis de que la cocaína encontrada en Puerta 8 provenía de El Paisa, un sucesor del gran narco de la zona oeste, Miguel «Mameluco» Villalba, detenido desde hace once años, ahora en el penal de Rawson. El juez de la causa indagará a todos los detenidos este viernes y luego mandará a peritar una muestra de los 15.000 papelitos que se le secuestraron a El Paisa. Recién en ese momento se sabrá si se trata de la misma droga. Hay un dato diferenciador y que podría dejar en claro que las detenciones no están relacionadas con Puerta 8: los papelitos de cocaína secuestrados al Paisa no produjeron ninguna muerte, mientras que los de Puerta 8, hasta el momento, provocaron el fallecimiento de 23 personas. Igual, eso no descalifica los posibles vínculos.

Sustancia

El equipo de salud bonaerense corrió una carrera contra el tiempo el miércoles a la tarde. Llegaban los afectados a los hospitales y morían al poco tiempo producto de dificultades respiratorias. El cuadro inicial era confuso, porque se registraban convulsiones, propias de la cocaína. Pero las cuestiones respiratorias llevaron a la conclusión de que podría tratarse de un opiáceo. De manera rápida se empezó a hablar de fentanilo, una sustancia sintética, entre 50 y 100 veces más poderosa que la heroína, según citan las publicaciones norteamericanas. En Estados Unidos “la cocaína adulterada con fentanilo produce más del 60 por ciento de las muertes por sobredosis en Nueva York”, según el Adiction Policy Forum.

El dato que se agregó desde el Ministerio de Salud bonaerense es que la sustancia es fentanilo no-farmacéutico, es decir que está producido clandestinamente en el mundo narco.

La identificación de ese elemento se produjo por diagnóstico clínico, o sea verificando los síntomas y cuál es el antídoto que funcionó en los pacientes. Igual que en Estados Unidos, el antidoto es la Naloxona. Por ahora, en el análisis que se realizó via cromatógrafo –el instrumento que se usa en los peritajes-, no se pudo identificar la sustancia. Los estudios continúan y se trata de algo que todavía requiere alguna confirmación.

¿Ineptitud o guerra entre narcos?

Asumida la alta posibilidad de que la intoxicación se haya producido por cocaína adulterada con fentanilo, no cesa la controversia sobre las dos hipótesis. Una, si se trató de un envenenamiento intencional. Dos, si narcos ineptos hicieron una combinación con altas dosis de fentanilo que provocaron depresiones en el sistema respiratorio y las consecuentes muertes.

El conocido toxicólogo Carlos Damin, profesor de la UBA y jefe del servicio en el Hospital Fernández, considera que la maniobra fue intencional. “No hay fentanilo en las calles argentinas como hay en Estados Unidos. Por lo tanto, estamos hablando de una sustancia cara que de ninguna manera se podía usar para estirar o darle más efecto a la cocaína. No sé si es una guerra entre bandas, pero pienso que lo ocurrido fue intencional. No es habitual, además, que se equivoquen en las proporciones de sustancias”.

En el Ministerio de Salud que lidera Nicolás Kreplak piensan que está casi descartada la hipótesis intencional. En La Plata consideran que sí existe la producción clandestina y a precio muy bajo del fentanilo y que ocurrió lo mismo que en Estados Unidos: derivó en muertes por sobredosis. En paralelo, Sergio Berni lo sintetizó así: “un mal cálculo pudo producir esto. No es una guerra narco”.

Hay un punto más a tener en cuenta y que es mencionado por los investigadores del caso. Las bandas no suelen disputarse el territorio de esta manera, matando clientes. De hecho, es la primera vez que se produce una intoxicación de esta naturaleza, con 20 muertes. Las bandas, cuando se disputan el territorio, no se meten con sus compradores, sino que se agarran a tiros entre sí.

Detenidos

En la madrugada de este jueves, la Policía Bonaerense realizó nueve allanamientos en las villas Loyola, Sarmiento, Concepción, en una vivienda de José C Paz y en Ezeiza y Esteban Echeverría. Hubo ocho detenidos, se secuestraron 15.000 “papelitos” y una pistola Glock. Los procedimientos se realizaron en el marco de una causa anterior en la que El Paisa estaba en rebeldía desde 2020, pero la fiscalía pidió las órdenes de allanamiento argumentando que el narco era el proveedor de lo traficado en Puerta 8.

De entrada, el ministro Berni y algunos medios señalaban que fue detenido el principal sospechoso de las muertes, pero tanto los fiscales del caso de Puerta 8 como el juez del expediente de El Paisa pusieron paños fríos a esa hipótesis. No la descartan, pero sostienen que no hay ningún elemento que vincule a los detenidos en José C. Paz con lo ocurrido en Tres de Febrero. Lo decisivo serán los peritajes de comparación de la droga y de los envoltorios. En José C. Paz se encontraron dos tipos de papelitos: unos están descartados porque no se parecen en nada a los de Puerta 8, los otros podrían ser.

En el juzgado federal de Juan Manuel Culotta afirman, además, que la droga de El Paisa se estaba vendiendo y que no produjo ninguna muerte, en tanto los papelitos de Puerta 8 fueron letales. Eso igual no descarta que pueda haber relación: alguien en el asentamiento de Tres de Febrero podría haber agregado el fentanilo.

Controversias

El titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad, Diego Iglesias, que acompaña a los fiscales en las causas sobre drogas, filtró que él ya había pedido en noviembre los allanamientos que se hicieron esta madrugada. Iglesias es un funcionario cercano al procurador interino, Eduardo Casal, alineado con el macrismo. En el juzgado, en cambio, afirman que lo que se decidió fue avanzar en una investigación para determinar quién entraba y quién salía de esos lugares, realizar escuchas telefónicas, y tratar de establecer de dónde venía y hacia adónde iban los estupefacientes. Se trata de medidas que se hacen de forma habitual. De hecho, el fiscal Paul Starc no pidió el allanamiento de forma oficial.

Lo concreto es que habrá que establecer si existen vínculos entre los detenidos en José C. Paz y las muertes de Puerta 8 y luego se decidirá si las dos causas se unifican. Hoy por hoy, el juez Culotta, a cargo del expediente de El Paisa, y los fiscales Germán Martínez y el fiscal general de San Martín, Marcelo Lapargo, que tienen la causa de las muertes, decidieron que unos y otros seguirán con las respectivas investigaciones y luego verán qué es lo que indican los peritajes.

Culotta indagará a los detenidos este viernes. Será el turno de El Paisa, su esposa –embarazada de ocho meses–, dos lugartenientes y otras cuatro personas.

Voces

En el anochecer de este jueves seguían las protestas, tanto de los familiares de las víctimas como de los familiares de los detenidos en Puerta 8. El pequeño asentamiento está ubicado a metros del cruce entre el Camino del Buen Ayre y la Ruta 8, por lo que es punto neurálgico de rápidas salidas hacia toda la zona oeste. Además, está en las cercanías del Ceamse, lugar en el que hay mucho movimiento y, supuestamente, venta de papelitos.

Los familiares de los detenidos protestaban porque alegan que los detenidos son chicos jóvenes que no tienen nada que ver. De hecho, cuestionan que la Bonaerense allanó el mismo bunker en noviembre y en diciembre y sin embargo la droga se seguía vendiendo. Los vecinos sugieren que hay protección policial.

Los familiares de las víctimas expresaban otra parte del drama: la inexistencia de lugares de atención para los usuarios problemáticos, la situación inmanejable que viven muchas familias con hijos, hijas o parejas que caen en la adicción. Muchos especialistas insisten en que ya fracasó el modelo que, en esencia, persigue a quien consume, en lugar de destinar los fondos a los tratamientos.

Salud

El gobierno bonaerense, a través del jefe de asesores, Carlos Bianco, informó que en total se atendió a 200 personas. Quedan aún 20 internados en terapia intensiva con asistencia respiratoria mecánica. Hacia el mediodía de este jueves hubo que intubar alguna persona más, pero ingresaron muy pocos nuevos pacientes.

“Lo peor ya pasó. Se trata de un consumo inmediato, a precio muy bajo. 250 pesos el papelito, la mitad de lo habitual. De manera que esas dosis suelen comprarse y consumirse al instante. No compran para guardar, compran para consumir, por lo tanto es difícil que aparezcan más víctimas. Y hay otro elemento clave: la actuación rápida del ministro Berni permitió secuestrar todas las dosis que estaban sin vender. Ahí se cortó el consumo de lo de Puerta 8. Por supuesto, puede quedar algún papelito, pero serán casos muy aislados. Aunque resulte asombroso, nos ayudó la experiencia que tomamos de la pandemia. En todos los hospitales hay máxima atención y se sabe ahora muy bien cómo usar los respiradores. Eso evitó una catástrofe mayor», sintetizaron en La Plata.