Tres años y seis años de prisión es la pena que pidió la fiscal de juicio, Virginia Palacios, para los tres acusados de agredir al comisario Hernán Soloa, en un hecho ocurrido en diciembre de 2020. La pena surge de un acuerdo al que arribó la representante del Ministerio Público Fiscal con las defensas del damnificado y de los imputados, por lo que solicitaron en el juicio oral y público que comenzó este martes, que la causa se resuelva bajo el procedimiento abreviado y en el marco del nuevo Código Procesal Penal, vigente a partir de febrero de 2022.

El tribunal, integrado por la presidencia de José Luis Flores y las vocalías de Jorge Sabaini Zapaya y María Eugenia Zabala Chacur, informó que el jueves a las 10 horas dará a conocer si homologa el acuerdo o lo rechaza.

Con el acuerdo alcanzado entre las partes, la calificación legal con la que están imputados Lautaro Nicolás Cruz, Diego Nicolás Magallanes, ambos de 20 años; y Juan Gabriel Mulena, de 18 años, es lesiones graves calificadas por el concurso premeditados de dos o más personas. Cómo Mulena era menor de edad al momento del hecho, el tribunal, de dar razón al acuerdo, sólo se limitará a declarar su responsabilidad penal y luego deberá girar las actuaciones al Juzgado Penal Juvenil.

El juicio abreviado es una de las formas alternativas de culminar el proceso penal mediante el cual el acusado de un delito reconoce la existencia del hecho, su participación como autor, cómplice o instigador y acepta la calificación legal que le otorga a ese hecho el Fiscal. A partir del reconocimiento del delito por parte del autor, el Fiscal y el Defensor acuerdan la pena, prestando conformidad el acusado.

Aquí es fundamental la aceptación voluntaria del acusado sobre su intervención en el hecho y su manifestación de conformidad con la aplicación de un juicio abreviado.

En esta causa, el juez José Luis Flores le preguntó a cada uno de los imputados, primero si estaban de acuerdo con el cambio al nuevo sistema penal y, luego, si reconocían el acuerdo alcanzado por sus abogados defensores con la fiscalía, sus participaciones en el hecho, la pena solicitada y la acusación por los delitos endilgados. A todas esas preguntas los jóvenes respondieron afirmativamente.

El cuarto acusado

Gianfranco Arce es el cuarto imputado en la causa, que permanecía libre desde comienzos de este año cuando su abogado defensor presentó un recurso de excarcelación. Cómo no se presentó voluntariamente al debate, el tribunal dispuso revocar la excarcelación concedida, declararlo rebelde y ordenar su captura en el lugar en que se encuentre, tanto en el ámbito provincial como en el nacional. Arce será juzgado en otro debate, pero por los mismos delitos.

El hecho

El 20 de diciembre de 2020, entre las 6:30 y 7 horas, Fernando Ferrara es sorprendido por Lucas Arce, hermano de Gianfranco, cuando salía de su fiesta de egresados. Ese hecho ocurrió en la calle Alfredo Palacios al 1000, en inmediaciones al Puente Derivador de la ciudad de San Luis.

Según la acusación fiscal, Arce con otro joven le pegan a Ferrara y luego le roban su celular, la billetera, una tarjeta SUBE, y luego escapan camino a la Terminal de Ómnibus EDIRO. A los pocos minutos, Arce es detenido debajo del Derivador por la policía de Comisaría Segunda.

Es allí donde aparecen en escena Mulena, Cruz, Magallanes y Gianfranco Arce, quienes se encontraban en una reunión en una casa en frente del Puente Derivador, entre las calles Los Algarrobos y Palacios, y enterados del hecho se hicieron presentes con la intención de defender al detenido. A los pocos minutos llega al lugar el comisario Hernán Soloa vestido de civil y en su camioneta.

De acuerdo a la denuncia, cuando el policía se identifica, uno de los jóvenes lo insulta, lo golpea y se da a la fuga. Cuando Soloa sale en su persecución es interceptado por el resto del grupo y comienzan a darles golpes de puño y pies, y lo dejan inconsciente sobre el suelo en dirección en el espacio verde que se encuentra entre la colectora Noreste. El informe médico detalló que el comisario sufrió múltiples lesiones que incluyeron hematomas, dislocación del tabique nasal, fractura del maxilar y fisuras de costillas. Su recuperación le demandó 45 días.

La palabra del comisario

El comisario Soloa, representado por el abogado Hugo Scarzo, pidió la palabra y dijo que estaba de acuerdo con el tratamiento de juicio abreviado porque entendía que era lógico y porque quería cerrar una etapa. “La vida es un ciclo y quiero cerrar esta etapa. Yo vivo como policía y sabemos las consecuencias a las que nos exponemos. Buscamos cumplir con todos y ayudar a gente que muchas veces no conocemos. Me ha tocado vivir muchas situaciones”, dijo en un tramo de su declaración.

El efectivo también recordó a Diego Gatica. “Vengo de despedir a un colega. A él le apagaron la vida a los golpes como pudieron apagar la mía, que paradójico”, dijo.

Cruz, uno de los imputados en este juicio, también está imputado por el delito de homicidio en ocasión de robo agravado por la participación de menores, en perjuicio del oficial ayudante Gatica.