San Luis (LaNoticia) 16-07-2021. Cristian Giordelli, integrante del Partido Socialista San Luis también opinó sobre la situación de Cuba y el bloqueo de Estados Unidos que lleva más de 60 años.

“Las noticias que nos llegan desde Cuba genera múltiples reacciones, están quienes elevaran la voz en repudio y en otros una inflexible defensa, a mí en lo personal me preocupa. Cuba es mucho más que el territorio y su gente, es la representación de nuestros propios antagonismos sociales, nuestras constantes disputas políticas” dijo Giordelli sobre la situación cubana.

A su vez hizo un raconto histórico para entender lo que pasa hoy “Los hechos tal vez nos resulten inéditos y no caben dudas de que, aunque se intente insistir con lo contrario, reducirlos a una única causa es un error en el que podemos incurrir tal vez por facilismo para señalar a un único demonio, sea del lado que sea”.

El referente del socialismo comentó sobre el surgimiento de una opinión organizada en Cuba y los impedimentos de Estados Unidos que nunca permitieron destrabar este conflicto “lo cierto es que sumado a las condiciones ya históricas y conocidas de condenas y bloqueo impuesto a la isla, se fueron agregando otros factores como el surgimiento de una oposición más organizada representada por el Polo Revolucionario Socialista y Democrático, así también la situación sanitaria que afecta a todo el planeta y en mayor medida el impedimento impuesto por Trump durante su presidencia del envío de dólares que las personas cubanas residentes en EEUU les mandan a sus familiares en la Isla, posibilidad que había abierto Obama, y que se transformó en el mayor ingreso de divisas de Cuba”,

Ahora bien, sin entrar en detalle sobre esas cuestiones resulta interesante remarcar lo que en estos días ha leído en un sinfín de comentarios donde todos convergen hacia la discusión sobre autocracia, dictadura y democracia, y una larga lista de supuestas promesas incumplidas de la Revolución, sobre esto Giordelli dijo “considero que es un error, si realmente se pretende analizar desde una mirada objetiva la situación, plantear como problema si Cuba constituye una dictadura o una democracia intentando obtener de ello un valor o una verdad absoluta. Incurrir en este análisis nos llevara de inmediato a someter a escrutinio a otras naciones de las cuales no escuchamos elevar reclamos ni promover la ayuda humanitaria para ellos. Quien busca condenar la situación cubana, va a repetir una y otra vez sobre la democracia, aun cuando nadie afirma que represente tal cosa, sino que toda defensa siempre va en torno a la Revolución y lo que ello representa”.

Sobre el final de la nota, el dirigente del Socialismo manifestó “el planteo que debemos realizar es sobre si el orden actual y el proceso revolucionario pueden confluir en un proceso democrático resaltando las virtudes de la preservación de la soberanía popular, el programa de salud y educativo. Lo que nos resulta difícil, al menos a mí, para debatir la situación de Cuba, no es el poder conocer una realidad que sacan a enumerar como temas pendientes y que aparentemente se intentan esconder, no. El problema radica en la polémica de llevar el imaginario político hacia los extremos y así resultan discusiones con repetidas confrontaciones entre pobreza-bloqueo, dictadura-dignidad, doctrina-educación… haciéndose interminable. Hay que escuchar a la población cubana y sus reclamos y no “comprar” discursos extranjeros que persiguen otros fines.

“Hoy, ni la propia oposición cubana considera que no hay nada rescatable de la Revolución, como así también ningún defensor de la Revolución afirmara que la situación, sin importar los motivos, es el plan que habían ideado, tampoco seguramente negaran las materias pendientes en las desigualdades o libertades individuales. Considerando esta situación, entendemos que ninguno de ambos órdenes se sitúa en una posición de condena o celebración. Cuba ha sido durante las décadas que siguieron a la revolución, un modelo a seguir para todos en el mundo, un modelo de resistencia, de autonomía, de no sometimiento. Es el deseo que el pueblo hermano pueda seguir su propio camino, sin direccionamientos ni obstáculos impuestos, como cualquier otra nación, pero siempre manteniendo al resguardo sus logros en salud y educación, cuidando la vida de la gente, que es lo único por lo que realmente vale la pena luchar”