La Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) está investigando una presunta red de trata que estaría operando para captar estudiantes en universidades de Argentina y explotarlas sexualmente en Chile. La pesquisa está a cargo del fiscal titular de la PROTEX, Marcelo Colombo, y se abrió a partir del testimonio de una joven chilena, de 30 años, que declaró el lunes y señaló como su explotador y proxeneta a Miguel P.H., un chileno de 42 años, dirigente de una agrupación política marginal de extrema izquierda del país vecino llamada Grupo de Acción Popular (GAP), con alguna presencia en barrios populares, escuelas secundarias y facultades, según ella contó, pero bajo otras denominaciones.

La denunciante dijo que perteneció al GAP y que P.H. la obligaba a prostituirse para financiar al partido. Según comprobó la PROTEX, P.H. está inscripto como alumno en diversas universidades públicas argentinas como la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), la Universidad Nacional Tecnológica en Haedo, la Universidad Nacional Arturo Jauretche, de Florencio Varela, y la Universidad Nacional del Sur, sede en Bahía Blanca. Registros de Migraciones muestran que en agosto de 2018, salió del país en el mismo vuelo rumbo a Chile junto a una estudiante de la Facultad de Ciencias Naturales de UNLP, donde él también figuraba como alumnos de la misma carrera. Desde la PROTEX están analizando armar un equipo conjunto de investigación con la justicia chilena, para seguir el caso en ambos países.

La denunciante se llama Javiera Sarraz. Vive en la Ciudad de Buenos Aires. Y contó su historia de explotación sexual en su perfil de Instagram. Este lunes se presentó en la PROTEX, acompañada por la docente de Trabajo Social en la UNLP Isabel Burgos, integrante del Centro Cultural Violeta Parra, de La Plata. Además, fueron con otra joven que contó que también fue víctima del mismo P.H., pero ese día ella se encontraba muy afectada emocionalmente y el fiscal Colombo decidió postergar para otro día su declaración testimonial. Esta segunda joven habría sido captada cuando era estudiante de la licenciatura en Ciencias Económicas en la UBA, según precisó a este diario Burgos.

Sarraz hizo el 29 de agosto una denuncia en Chile, donde detalló los hechos vividos bajo el sometimiento sexual del dirigente del GAP. La causa es la N° 2200843988-9 y está a cargo del fiscal Patricio Cooper. Se abrió por el delito de “violación”. En sus declaraciones, Sarraz dijo que la tenían bajo amenaza de hacerle daño a ella y a sus seres queridos, por traicionar las necesidades del partido, si rompía el silencio. Y que fue víctima entre 2014, cuando tenía 21 años, y 2017, es decir, a los 24 años. Contó que cuando empezó a ser sometida sexualmente en momentos en que era estudiante de la carrera de Lengua y Literatura Hispánica en Chile, estaba desempleada, sin vivienda propia y atravesando una depresión. Es decir, es una situación de extrema vulnerabilidad. Lo que suelen aprovechar quienes buscan víctimas de trata y explotación sexual. Dijo que P.H. tenía como cómplice a una mujer llamada Paulina C.A.y que ambos la agredían físicamente. Los fines de semana contó que la llevaban a un prostíbulo en una ciudad del sur de Chile y que les tenía que dar lo que ganaba. En algún momento, se dio cuenta de que le empezaron a transferir directamente el dinero desde el burdel a P.H..

Durante su declaración en la PROTEX fue asistida por integrantes del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento de Víctimas Damnificadas por el Delito de Trata de Personas.

Contó que conoció a P.H. cuando tenía 15 años, que primero la invitaron a participar en actividades para “niños” en esa agrupación política llamada Grupo de Acción Popular y que luego, en 2010, siendo estudiante secundaria se sumó al partido. En 2011 se alejó por un año y cuando ya estaba en la universidad, volvió a formar parte activa de ese espacio político. Como no podía pagar el alquiler, P.H. le ofreció mudarse a su casa donde, según contó Sarraz, la forzaba a tener relaciones sexuales a cambio del techo y luego la empezó a obligar a prostituirse en burdeles para sostener financieramente al partido. Contó que la trajo a la Argentina donde siguió explotándola sexualmente, y que la llevaba a Chile con el mismo objetivo. Hasta que en 2018, por distintas circunstancias se sintió menos vigilada por la pareja, y tomó la decisión de alejarse de ellos.

Más allá de lo que le sucedió a ella, declaró también que este hombre tendría a otra joven en las mismas condiciones de sometimiento ahora y que la habría reclutado en la UNLP. La PROTEX encontró que, según los registros migratorios, P.H. salió el 13 de agosto de 2018 del país rumbo a Chile en el mismo vuelo junto con una joven argentina. La PROTEX pudo precisar que en febrero de 2018, es decir, seis meses antes de ese viaje, P.H. y esta joven, que tendría actualmente unos 23 años, aparecían en la misma Facultad de Ciencias Naturales de la UNLP. Todavía la PROTEX no pudo determinar donde se encuentra esta mujer y por qué razones viajó junto a P.H.. La mayoría de las situaciones delictivas denunciadas por Sarraz habrían ocurrido en Chile.

–¿Cómo pudiste escapar del sometimiento en el que estabas? –le preguntó este diario.

–Principalmente porque comenzaron a relajar el control sobre mí. Comencé a pasar tiempo sola, sin que estuvieran vigilándome; y se conjugó con situaciones de extrema violencia que presencié dentro del prostíbulo que le ocurrieron a otras chicas prostitutas. Por ejemplo, tuve que socorrer a una de ellas por encontrarse drogada y alcoholizada, estaba inconsciente y fue abusada durante ese momento por un varón consumidor de prostitución. El terror que me produjo esa escena junto con el hecho de que no me vigilaran tanto me empujó a animarme a arrancar. No quería terminar peor de lo que ya estaba.