La provincia enfrenta un problema de acumulación de expedientes que el Ejecutivo y la Legislatura intentan atajar con un paquete de medidas —entre ellas la reducción del receso conocido como feria judicial—. Expertos y colegios de abogados advierten que la medida puede ayudar, pero subrayan que sin más recursos y cambios estructurales el impacto será limitado.

Desde 2025 la discusión sobre la llamada mora judicial en San Luis dejó de ser un tema técnico y pasó a la agenda pública. El Ejecutivo provincial presentó en junio un proyecto para acelerar los procesos y reducir los plazos, que va acompañado por iniciativas parlamentarias para recortar el tiempo de la feria judicial —la tradicional pausa procesal— con el argumento de disminuir la acumulación de causas.

Los datos oficiales y los portales de transparencia del Poder Judicial muestran un aumento sostenido de expedientes en trámite y resoluciones pendientes, lo que alimenta la percepción de retraso. El portal de “Justicia Abierta” del Poder Judicial de San Luis publica indicadores y estadísticas que reflejan mayor carga procesal en diversas dependencias y la existencia de resoluciones pendientes que requieren intervención administrativa y judicial.

En la práctica, la feria judicial —tradicionalmente un receso que permite a jueces y personal administrativo tomar vacaciones y reorganizar turnos— interrumpe plazos y retrasa audiencias y dictado de sentencias. Por ese motivo, legisladores provinciales impulsaron en octubre una iniciativa que obtuvo media sanción en el Senado para reducir el receso (pasando de un esquema extenso a uno acotado, con fechas fijas que deberá reglamentar el Superior Tribunal). Sus promotores aseguran que la medida contribuirá a que menos causas queden «en pausa» por semanas.

Sin embargo, la reacción de los colegios de abogados y de parte del fuero fue crítica: advierten que recortar la feria sin dotar de más jueces, personal de apoyo, tecnología y salas de audiencia generará juzgados abiertos pero con menor capacidad real para resolver la acumulación. Denuncian además que una reducción apresurada puede trasladar presión sin resolver los cuellos de botella estructurales.

¿Cómo y por qué acortar la feria podría ayudar?

  1. Más días hábiles = menos interrupciones: La reducción del receso evita que expedientes queden paralizados varias semanas; en causas con plazos perentorios (medidas cautelares, arrestos, tutela de derechos) cada día cuenta. Menos días de feria facilitan fijar audiencias y dictar sentencias sin pausas prolongadas. (Fuente: iniciativas legislativas y argumentos del Ejecutivo).
  2. Menor dilación procesal que evita prescripciones y atenuantes por demora: En procesos largos, las demoras generan beneficios procesales para las partes encausadas (dilaciones, atenuantes o incluso prescriciones). Mantener más días de trabajo reduce esas ventanas. (Contexto extraído de debates públicos sobre mora judicial).
  3. Capacidad de coordinación con digitalización: Si la reducción de la feria se acompaña de una mayor utilización de los tribunales electrónicos y la publicación activa de causas pendientes (transparencia y turnos virtuales), el efecto en la velocidad de tramitación será mayor. El Poder Judicial ya cuenta con portales de consulta y estadísticas que pueden potenciarse.

Qué más hace falta — además de acortar la feria — para que la medida sea efectiva

  • Aumento de recursos humanos: incorporar magistrados, secretarios y equipo técnico para atender el flujo adicional de trabajo que se sumará al eliminar días de receso.
  • Mejor infraestructura y salas: modernizar y habilitar más salas de audiencia, y mejorar el edificio y accesos para evitar que la falta de espacio frene la agenda de juicios.
  • Tribunales especializados y desburocratización: creación de salas o equipos dedicados a causas complejas (delitos económicos, corrupción, violencia de género) para acelerar tiempos y evitar que esas causas bloqueen otras. (Recomendación similar a las que hacen especialistas en memoria institucionales sobre mora).
  • Métricas y rendición de cuentas: publicar periódicamente indicadores de tiempos promedio por tipo de causa y compromisos anuales de reducción de mora.

Acortar la feria judicial en San Luis puede ser una herramienta útil para reducir la mora si forma parte de una política integral: más recursos humanos y materiales, digitalización real, tribunales especializados y métricas públicas. Si la reducción de días de receso va sola —sin inversión ni planificación— corre el riesgo de ser un parche que genera expectativas públicas sin entregar resultados sosténibles. En los próximos meses la Legislatura y el Superior Tribunal tendrán en sus manos la oportunidad de articular esas piezas; el desafío será que la ciudadanía perciba mejoras concretas en los tiempos de respuesta de la Justicia.