El Gobierno argentino consiguió un respaldo de dólares clave en el momento justo. A pocos días de las elecciones presidenciales y durante un viaje del presidente Alberto Fernández a China, se confirmó la ampliación del uso del swap de monedas hasta 6500 millones de dólares, unos 47 mil millones de yuanes. El préstamo, que tiene una tasa que es menor a la mitad de lo que cobra el Fondo Monetario (FMI), representa en el contexto electoral tres cuestiones centrales: la primera, un refuerzo de la reservas del Banco Central (BCRA), que permitirá pagar importaciones pendientes, adelantar pagos al Fondo y, sobre todo, operar con divisas sobre el mercado cambiario, en tiempo de tensiones lógicas en procesos pre electorales.
La segunda, que en el hipotético caso que el ministro candidato, Sergio Massa, ingrese a un ballotage, tendrá metralla suficiente para el día posterior a los comicios, que también suelen ser jornadas movidas en los mercados. Y la tercera, que en el corto plazo, apremiado por el escenario y ante una corrida muy fuerte, Massa mostró muñeca política para, con un coctel de dólares chinos, razzias en la City y una gestualidad fuerte (dijo que podrá adelantar vencimientos con el FMI con yuanes), generar un desplome del dólar blue casi por debajo de los 900 pesos, cuando hace días se había disparado por encima de los 1000.
“Sergio hizo lo suyo, y a mí me tocó hacer lo mío con el presidente Xi Jinping. También trabajó Miguel (Pesce) y lo mismo hizo Sabino (Vaca Narvaja)”, señaló Fernández durante su gira por Beijing. «Hablé con Sergio permanentemente y cuando salimos de la reunión con Xi Jinping lo llamé y le di la tranquilidad de que habíamos conseguido más de lo que esperábamos. Para los dos fue tranquilizador. Hay un trabajo conjunto», completó el primer mandatario.
En la misma línea, Massa, que monitoreó con sus equipos la cotización de la divisa durante todo el día, se apoyó en el aire que dio el swap para dejar dos señales. Una, a los empresarios, al mencionar que «partir del día de hoy empieza un trabajo de Aduana de la Secretaría de Comercio del Banco Central para acelerar el pago de importaciones y acelerar los procesos productivos”. La segunda, que van a seguir las detenciones a empresas de cambios que operan con dólar ilegal «tras más de 50 allanamientos», y que en ese marco de pax cambiaria del paralelo y más divisas en las arcas del Central, «la semana próxima se van a precancelar los vencimientos del FMI para que no haya incertidumbre alrededor de ese tema”.
En pocas palabras, Massa está, a la vez, ordenando los días previos a la votación con calma en los mercados y pensando qué podría pasar luego de los comicios del domingo, una elección con resultado abierto. Una especie de política económica de emergencia en el corto plazo y política convencional, con una intervención directa sobre el mercado de dólares negros. Sobre este último punto, en Hacienda señalan un dato clave, que incluso expuso el viceministro, Gabriel Rubinstein: que la estabilización previa y los dólares futuros corren del medio el lobby devaluatorio post 22 O, idea que instalaron los candidatos de La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio. Y que con el dólar oficial clavado en 350 y el aval chino, se trabajará sobre que no haya sobresaltos en los precios.
La letra china
El actual intercambio de monedas con el gigante asiático se prorrogó por tres años desde junio de este año, y equivale a 130.000 millones de yuanes, es decir, US$ 19.000 millones. Según fuentes oficiales, el acuerdo terminó de cerrarse en las últimas horas en una reunión bilateral que Fernández mantuvo con su par de la República Popular China, Xi Jinping, en el Gran Palacio del Pueblo de la ciudad de Beijing.
La ampliación del uso de este intercambio de monedas se suma a la prórroga que Massa alcanzó en junio último, en su visita a China. En esa ocasión, Massa consiguió la prórroga del acuerdo de monedas con PBoC, por el cual se ampliaron los fondos de libre disponibilidad por US$ 5.000 millones (35.000 millones de yuanes). Esa cifra se sumó así a otros US$ 5.000 millones que estaban vigentes desde el acuerdo anterior, celebrado en 2020.
«Estamos pudiendo construir con el Banco del Pueblo de China un puente que es fundamental para alcanzar ese momento. En 2023 esperábamos un incremento de reservas de US$ 4.000 millones que se vio frustrado por la sequía, pero gracias al apoyo del Banco del Pueblo de China estamos construyendo un puente hasta que se dé ese mejor momento en nuestra balanza comercial, en la balanza de pagos y en la balanza cambiaria», expresó Pesce. Y agregó que «quiero destacar el rol que cumplió la Cancillería, a través del embajador Vaca Narvaja, y el del ministro Sergio Massa, que ha sido fundamental. No se puede atribuir este logro exclusivamente al Banco Central. En los aspectos técnicos hemos tenido un diálogo intenso con nuestros colegas del Banco del Pueblo de China, pero esto ha sido un trabajo en equipo que ha dado su fruto».
El trazo fino y los usos
El BCRA y su par chino, el Banco del Pueblo de China (PBoC), confirmaron la activación de un segundo tramo del swap de moneda, por 47.000 millones de RMB, que «pueden ser aplicados a objetivos de desarrollo del comercio bilateral y a la estabilidad de los mercados financieros en Argentina».
En un comunicado, el BCRA recordó que en enero se activó un primer tramo por 35.000 millones de yuanes y en esta oportunidad se activa, con carácter inmediato, un segundo tramo por 47.000 millones de RMB, equivalentes a US$ 6.500 millones.
Los titulares del BCRA, Miguel Pesce, y del PBoC, Pan Gongsheng, realizaron un encuentro técnico en Beijing, en el marco del memorando de entendimiento que tiene cuatro áreas de acción: investigaciones económicas, internacionales, superintendencia y operaciones, esta última relativa al swap
Los fondos se usarán, preferentemente, en los pagos ligados comercio exterior con China, con lo cual la divisa estadounidense de las reservas del Banco Central se privilegia para otros fines, como prevenir corridas o intervenir frente a variaciones en la cotización de los dólares financieros. También para el pago de importaciones, algo que varias cámaras empresarias, entre ellas la Unión Industrial (UIA), vienen reclamando.
La tasa, ningún misterio
Según supo Página I12, la tasa que paga la Argentina por este préstamo es más baja que la de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Corporación Andina de Fomento (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial.
Por ejemplo, por el crédito que contrajo el ex presidente Mauricio Macri con el FMI, la tasa de interés se compone de un promedio ponderado de las tasas de sus principales socios, cuyas monedas conforman los DEG – dólar, euro, libra, yuan y yen – más 100 puntos básicos.
Esta tasa se encuentra en 5,2%, cifra sobre la que Argentina paga 300 puntos básicos adicionales como sobrecargos, por tener un préstamo que excede su cuota con el Fondo, lo cual eleva el interés al 8,2% anual.
En cambio, por el swap chino, el país paga la tasa de interés Shibor, cercana al 2,5%, más entre 200 y 400 puntos básicos, lo cual totaliza entre 4,5% y 6,5%.