Liara Molino, jueza que impuso una sentencia que censura a la prensa y fue revocada por la Corte Suprema de Justicia, fue designada como Camarista por el bloque K del senado provincial.
Sin hablar del bochornoso fallo de la CSJ en su contra en el Senado, la ahora camarista Laura Molino, también evitó hablar con la prensa tras su designación, que fue impugnada por la oposición, se refugió en el despacho de un senador K hasta que pudo salir por una puerta trasera, como dice el dicho “como rata por tirante”.
Sin coraje, la postulada no habló durante la sesión donde fue designada, solo se emitió un descargo que leyó la secretaria legislativa del Senado, la juez afirmó que el fallo en su contra no pone en duda su idoneidad.
Sin embargo, su actitud de escaparse al contacto con la prensa, no hace más que poner en duda su imparcialidad, quien no tiene nada que esconder no debería temer defender su nominación ante la opinión pública.