San Luis (LaNoticia) 23-07-2020. El macrismo en San Luis sufre sus horas más críticas como partido de distrito. Hoy ya no le quedan actores, mucho menos acciones que le den relevancia en el orden político y partidario.
González Riollo, emitió un comunicado por dos personas, desde Buenos Aires, afirmando que “no fueron parte del acuerdo con Rodríguez Saá” en referencia a la situación en la Cámara de Diputados donde do miembros del PRO, Bartolo Abdala y Mónica Dominguez se quedaron con lugares en el Concejo de la Magistratura y del Jury de Enjuiciamiento. Ver nota aparte.
Esto llevó a que dirigentes del espacio macrista en San Luis salieran con los tapone de punta contra González Riollo.
Las fuentes consultadas reconocen tres hechos decisivos en la crisis que atraviesa el partido: los cierres de listas en las elecciones legislativas de 2017 y en las del 2019. En la primera, la decisión de Marcos Peña de colocar detrás de Claudio Poggi a González Riollo como candidata a senadora nacional (hasta ese momento una dirigente totalmente desconocida en la vida política provincial) fue el argumento de los socios del frente Avanzar y Cambiamos para dejar casi sin espacios al PRO San Luis en las listas locales. “Fue el primer gran retroceso”, dicen.
El segundo hecho relevante fue la convivencia cada vez más difícil con Claudio Poggi, quien se quedó con casi todos los organismos nacionales que encabezaba el macrismo puntano. Poggi con el aval de Nación, y por algunas conductas “en contra” del Frente, realizadas por Bartolo Abdala, ocupó todos los espacios del PRO, salvo en la ANSES, donde el poggismo respetó el trabajo de Charly Pereira y de Federico Fonzar (San Luis y Villa Mercedes), o al menos dio esa impresión.
El capítulo más reciente de la crisis remite a un intento de intervención que amenazó al partido fogoneado desde Buenos Aires por González Riollo. Bartolomé Abdala (el histórico fundador del partido) pudo sortear la amenaza de Nación y hacia finales de 2018 propuso una lista de consenso para el recambio de autoridades. Fue una victoria desgraciada, pues el hombre que logró proclamar como presidente partidario, Federico Fonzar (gerente de Anses por entonces y actual concejal en la Ciudad de Villa Mercedes) renunció a la presidencia por razones personales a las pocas semanas de asumir, en plena campaña para las elecciones provinciales de junio del 2019.
La renuncia de Fonzar hizo que la presidencia quedará en manos de la vicepresidenta, González Riollo, a quien le habían convidado ese lugar como una cuestión ornamental. Sin peso político en el consejo directivo del partido, ni en la asamblea provincia, ni en las departamentales, Riollo debió lidiar en soledad desde entonces. No pudo sanear su vicio de legitimidad partidaria y no tiene quórum para convoca a cualquier de los órganos partidarios. Sus intentos fallidos de presidir el partido con posteos en las redes social desde Buenos Aires (donde reside actualmente) tampoco le han llevado a ganar adherentes. “Su agenda son las efemérides” comentó un dirigente de Villa Mercedes.
Esta situación, según el entorno partidario, ha llevado a un estado de acefalía partidaria y un vacío dirigencial “Riollo debería renunciar y convocar a elecciones internas. Tuvo una oportunidad importante que la regalo la suerte, pero a la suerte hay que acompañarla con trabajo. No pudo en este tiempo ordenar ni un zoom, menos las elecciones internas del departamento Junín, que es deuda que tiene con la justicia electoral, así como la presentación de los balances y los fondos partidarios” afirmaron desde el partido.