El escándalo por los alimentos no repartidos sigue creciendo y en su afán por defender a su ministra de Capital Humano, el jefe de Estado acusó al «kirchnerismo» de «querer tirarle un muerto».
Recién llegado de Estados Unidos, la misión de Javier Milei en su visita a Buenos Aires es una sola: respaldar, a toda costa, a su ministra Sandra Pettevello, apremiada por no haber repartido toneladas alimentos próximos a vencer que se acumularon en galpones de Buenos Aires y Tucumán. Primero lo hizo vía Twitter, en el que buscó justificar las críticas a la funcionaria de Capital Humano porque «quiso acabar con la corrupción». Horas después, en una entrevista radial, el Presidente fue más allá: acusó al kirchnerismo de «querer plantarle un muerto».
La extraña acusación tuvo lugar en otro de sus ataques verborrágicos. Con el beneplacio de no tener repregunta, Milei calificó al kirchnerismo de «cínicos, psicópatas y gente complicada«. “Lucraban con el hambre de la gente; esto es irritante. Nos descarten que este conjunto de kirchneristas quieran tirar un muerto, porque los kirchneristas son así», añadió, mientras minimizó el hecho de los alimentos vencidos, al indicar que se trató de un «error no representativo».
“La estrategia de los kirchneristas es atacar al denunciante. Es lo que está pasando en Capital Humano. Una ministra, valiente, capaz con todas las agallas para enfrentar a estos delincuentes. Amenazan a las familias de todos los miembros que avanzan en estas denuncias, ya no es solo que los ensucian mediáticamente, esto excede el juego de la política. Había un código que no se pegaba abajo del cinturón. Se han metido con gente que está investigando”, completó en la entrevista con Supermitre Deportivo, sin dar detalles sobre una posible denuncia por amenazas, algo que debería hacer -en caso de tener la certeza de los delitos- por su condición de funcionario público.
Milei también se dio lugar para respaldar el proyecto privatizador de Struzenegger, al indicar que esa propuesta «elimina totalmente el margen de error». Denominó al proyecto como «estrategia de contingencia» y lo definió así: “Se paga una prima y en caso de que se presente el incidente, como si fuese un seguro, usted la ejecuta. ¿Cuál es la ventaja? Como se ejecuta cuando se le da la gana, con fecha de expiración, eso hace que usted no necesite tener los stocks y nos ahorramos dinero en términos de almacenamiento. No hay más un problema de alimentos vencidos. Además, acá uno arma un contrato para cada tipo de producto depende la necesidad que se presenta”. Nada dijo sobre cómo será la licitación, ni qué pasa si la empresa privada no responde en tiempo y forma.
Por último, también hizo mención a la salida de Nicolás Posse. Dijo que su «amigo» no cumplió con el objetivo trazado para la jefatura de Gabinete. «Los 47 millones de argentinos me encomendaron una tarea y si uno de mis colaboradores no alcanza los resultados pretendidos entonces no importa que vínculo tenga le tengo que decir adiós”, se explayó.