Pequeños productores de banana del noroeste del país regalaron treinta toneladas de esa fruta en Plaza de Mayo para reclamar un freno a las importaciones de banana que aumentó deliberadamente en los últimos años.
Con el bananazo, como llamaron a la protesta, los productores buscaron difundir la situación de crisis que atraviesan y pedir una respuesta urgente del Gobierno. “La situación es límite. Estamos tirando más de 300 toneladas de banana por día porque el mercado no nos recibe el producto”, afirmaron los productores.
“Agotamos todas las posibilidades de acercamiento a las autoridades tanto provinciales como nacionales y nadie nos da una respuesta. Estamos en un estado de emergencia total. Tenemos que tirar la producción porque no se puede comercializar”, dijo Gladys Asselborn, vocera de los pequeños productores de Formosa. Según Asselborn, en un solo pueblo de esa provincia los productores desechan 330 toneladas de bananas por día porque el Mercado Central no les recibe el producto. Cuando logran vender la producción, reciben a cambio menos de un peso por kilo cuando en las verdulerías el kilo supera los 25 pesos.
“Están abarrotados de bananas importadas, no nos reciben el producto. No entendemos cómo funciona el tema de los precios pero ninguna autoridad evaluó la producción local antes de permitir que aumenten las importaciones”, explicó la productora, que aclaró que la crisis en el sector viene desde hace muchos años pero que ahora llegaron a una situación límite.
“La fruta hoy se nos está pudriendo en las chacras por culpa de la importación. Hay bananas de Ecuador, de Brasil, de Paraguay y de Bolivia y el mercado está saturado. Necesitamos que el Presidente entienda que los productores bananeros estamos en un conflicto muy serio”, contó otro de los productores que llevó parte de su cosecha desde Formosa hasta Plaza de Mayo.
Los productores piden que se regule la importación en las épocas estacionales de mayor producción local. También reclaman que se incorpore a las plantaciones de banana en la emergencia hídrica, ya que las inundaciones de este año afectaron todos los cultivos. “Fuimos contaminados con un hongo proveniente de los países limítrofes, de Paraguay específicamente que es un país que tiene pocos controles, y perdimos mucha producción. Hoy tenemos contaminados los cítricos y eso hace que no los podamos vender en varias provincias”, contó también Asselborn.
“Esta es la única forma que yo puedo comer banana. La fruta esta carísima, es un lujo comer fruta hoy en día. Está muy caro todo”, repiten quienes se acercan a buscar las bananas que reparten los productores.
A las 9 de la mañana de ayer, decenas de personas ya hacían fila frente al camión de bananas y esperaron el comienzo de la protesta para poder llevarse los tres kilos por persona que decidieron entregar gratis los productores. “Esta es la única forma que yo puedo comer banana”, dijo una señora que se acercó hasta la plaza para conseguir la fruta. “La fruta esta carísima, es un lujo comer fruta hoy en día. Está muy caro todo”, opinó otra señora que esperaba en la fila para conseguir la fruta.
Para los productores, el bananazo es la última opción. “Están destruyendo a los pequeños productores, que sostienen las economías regionales. Hace veinte años sólo en Formosa teníamos 17 mil hectáreas de banana y hoy hay menos de cinco mil en todo el país”, finalizó la productora.