El general Vladimir Padrino dijo que los militares «nunca más empuñarán sus armas contra el pueblo» y el ex candidato presidencial opositor, Henrique Capriles, señaló que «los venezolanos no queremos otro estallido social o un golpe de Estado».
Al cumplirse este sábado en Venezuela el inicio al 27 aniversario de la masacre conocida como «El Caracazo», que dejó cientos de muertos, el jefe de las Fuerzas Armadas Bolivarianas (FANB), general Vladimir Padrino dijo que los militares «nunca más empuñarán sus armas contra el pueblo» y el ex candidato presidencial opositor, Henrique Capriles, señaló que «los venezolanos no queremos otro estallido social o un golpe de Estado».
La masacre del Caracazo fue producida el 27 y 28 de febrero de 1989 por la explosión social y la represión que provocaron fuertes aumentos de precios y tarifas recomendados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y ejecutados por el ex presidente Carlos Andrés Pérez del partido Acción Democrática (AD).
Al respecto, el presidente de la unicameral Asamblea Nacional (AN, Parlamento), controlada por la oposición gracias al triunfo que cosechó en las legislativas de diciembre, Henry Ramnos Allup, también del partido AD, dijo que la alianza opositora definirá en los próximos días cómo sacar al actual presidente Nicolás Maduro del poder.
«Tenemos la firme convicción de que los soldados y soldadas de la patria nunca más empuñaran sus armas contra el pueblo y permanecerán siempre a su lado en procura de la suprema felicidad, la paz y la convivencia de un Estado democrático, con verdadera justicia social y libertades plenas», dijo en un comunicado el comandante de las Fuerzas Armadas Bolivarianas (FARN).
Aquellas jornadas de disturbios y saqueos fueron sofocadas a tiros por militares y policías que dejaron un número de muertos aún no determinado y que van de 300 a 3.000 según fuentes oficiales de entonces y de ahora.
Los seguidores del presidente Hugo Chávez y de su sucesor, Nicolás Maduro, exaltan esa masacre como el suceso que impulsó al nacimiento de la llamada revolución bolivariana, primero con el fracasado intento golpista de 1992 y luego con su llegada al poder en 1999 tras el triunfo electoral de 1998.
«El 27 y 28 de febrero de 1989 quedaron grabadas como unas de las páginas más tristes y oscuras de nuestra historia contemporánea. La grotesca actuación de la dirigencia política de entonces, que de manera irresponsable y criminal ordenó la actuación de la fuerza pública, desencadenó una brutal represión», añadió Padrino.
La institución castrense de finales del siglo pasado, evaluó el también ministro de Defensa, «se caracterizaba por un marcado distanciamiento de la población civil», lo que se cambió con Chávez.
El gobernante fallecido hace tres años fue «modelando y forjando la nueva FANB, que tiene carácter eminentemente popular y está profundamente comprometida con el respeto irrestricto a los derechos humanos», remarcó.
A 27 años de la masacre y tras «profundas reflexiones y rectificaciones», prosiguió Padrino, la FANB «ha alcanzado un nivel de conciencia superior» que se ha afianzado «bajo el acertado liderazgo» de Maduro.
«Nos sentimos plenamente integrados a la sociedad venezolana, en perfecta unión cívico-militar, y participando activamente en el desarrollo nacional», agregó y también expresó a los familiares de las víctimas de la masacre su «profundo pesar» y abogó por sus creencias religiosas para pedir «que jamás regrese la violencia».
Por su parte, Henrique Capriles, el candidato opositor en las dos últimas presidenciales, ganadas por Chávez en 2012 y Maduro en 2013, subrayó que «los venezolanos no queremos otro estallido social».
«Tenemos que hacer uso de nuestra fuerza constitucional y evitar otro estallido social o un golpe de Estado», escribió en Twitter.
En tanto, Ramos Allup, después de decir que en los próximos días se definirá cómo sacar a Maduro del poder, señaló que «vamos a salir de esto porque Venezuela se lo merece, porque su gente se lo merece y porque tenemos suficiente fuerza, suficientes talentos y gana para darle a Venezuela un destino mejor, sacándola de esta tragedia.
Las deliberaciones permitirán, dijo en un mitin sabatino de su partido AD, integrante de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), encontrar «la fórmula» constitucional que adelante el fin del gobierno de Maduro, elegido en 2013 para un período que debería culminar en 2019.
«Esa decisión que vamos a tomar de manera unitaria para ponerle fin a este gobierno a lo mejor se demora un día más o un día menos», pero hasta tanto «lo que más angustia» en el seno de la MUD es que el pueblo, «por decaimiento, por hastío, por cansancio, rabia o por lo que sea, abandone su vocación de lucha», admitió.