El presidente de Colombia visitó el paso de Paraguachón, en el límite con Venezuela, cuando se aproximó a un grupo de uniformados de la Guardia Nacional Bolivariana. Santos, acompañado por una multitud, caminó por la carretera que une ambos países y, con intenciones de acercamiento, les estrechó la mano.
El mandatario afirmó que está «atento a las gestiones» de mediación que hacen Ecuador y Uruguay «para ir preparando la posibilidad de esa reunión» que sirva para poner fin a la crisis fronteriza iniciada el pasado 19 de agosto.
Durante su intervención, Santos reconoció que «se ha venido avanzando» en los últimos días con la creación de un corredor humanitario para permitir que los niños que viven en la región fronteriza puedan acudir a la escuela. Asimismo, reconoció que «ya se comenzó a hacer la unificación de las familias que han sido separadas» por el cierre de la frontera.
Santos también dijo que le han reportado que «no se ha vuelto a maltratar» a los colombianos que habitan en Venezuela durante las expulsiones.
El mandatario colombiano afirmó que eso es «también prioritario» puesto que «cualquier país tiene derecho a deportar a un ciudadano de otro país si está en forma ilegal en su territorio e incluso a cerrar su frontera».
Sin embargo, subrayó que «ningún país tiene derecho a maltratar a los ciudadanos» de otra nación, «a violar sus derechos o su dignidad».