San Luis (LaNoticia) 15-09-15. Judith Andrade es una bioquímica local que durante mucho tiempo se dedicó a hacer ADN´s truchos que la (In)Justicia de San Luis `compró´ sistemáticamente sin ningún tipo de cuestionamientos. En estos días, Alberto `Beto´ Figueroa interpuso una denuncia en la ProcuVIn contra Andrade por el supuesto delito de falso testimonio en causa penal.
Figueroa hizo esta presentación en su lucha para que la (In)Justicia de San Luis, representada en este caso por la fiscal de Cámara Diana Bernal y por los camaristas de la Cámara del Crimen Nº 1 -José Luis Flores, Silvia Aizpeolea y Domingo Flores- en la causa que se investigó pésimamente mal el asesinato de Daría Gramaglia, el kinesiólogo cordobés encontrado asesinado en el dique La Florida. Con Figueroa fue condenado también Daniel `El Uruguayo´ Martínez en esa causa.
Como causa complementaria, posteriormente fueron enjuiciados el mecánico Pedro Soria y el albañil Hugo Sánchez, pero en esta causa, la Cámara del Crimen Nº 1 hizo lo que sistemáticamente se negó a hacer en el primer juicio a Figueroa y Martínez. Aceptó el pedido de Soria para que se realizara un nuevo examen de ADN, y lo hicieron en el Laboratorio de Genética Forense, dependiente de Laboratorios Puntanos Sociedad del Estado; a cargo de la bioquímica Virginia Divizia.
Allí ocurrió lo que era un secreto a voces, pero que tanto Bernal como los camaristas se negaban a aceptar. El Laboratorio de Genética Forense dio su informe señalando que el ADN de Soria no coincidía con el que estaba en el expediente judicial. En el juicio oral, Divizia llegó a afirmar que no sabía cómo Andrade había llegado a los resultados que llegó en su investigación, utilizando el método arcaico que usó. Y Divizia fue más contundente aún, cuando dijo que tanto con los métodos arcaicos, como con los modernos, el resultado debió ser el mismo.
Con esta participación, Divizia dejó por el lodo a su colega Andrade, quien quedó más que en evidencia de que sus resultados eran totalmente truchos. Lo peor aún, es que nuestra (In)Justicia `compraba´ sistemáticamente sus informes sin condicionamiento alguno, lo que los hizo cómplice de Andrade.
Con el dato de Soria en mano, la Cámara del Crimen Nº 1 no tuvo más remedio que absolverlo, pero suspicazmente nunca pidió que a Figueroa y a Martínez se les hicieran nuevos ADN´s, puesto que habían sido una de las pruebas fundamentales que tomaron en cuenta para llegar a la condena.
Es más que evidente que a muchos integrantes de esta (In)Justicia de San Luis, les interesa mucho más sus cómodas oficinas, con sus más cómodos salarios y una jubilación con el 82 % móvil en el horizonte, que llegar a la verdad objetiva de los hechos que deberían investigar y no lo hacen.
Con el patrocinio letrado del penalista Héctor Zavala, Figueroa cuenta además, con el apoyo de la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), del legislador nacional Leonardo Grosso y activistas de Derechos Humanos.
Carlos Rubén Capella
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