San Luis (LaNoticia) 21-08-15. En una nueva jornada del debate oral que se lleva adelante por el desfalco a DOSEP denunciado en enero de 2011, y que tiene como único procesado a Roberto Escudero, la Cámara del Crimen Nº 2 escuchó ayer a dos testigos, uno de parte como lo es el contador Abelardo Ariel Mastrocola y al forense Ricardo Torres.
Uno de los principales datos que reveló Mastrocola en su testimonio, es que el peritaje que se hizo sobre la prueba, fue realizado por dos contadores, donde uno de ellos no está matriculado en San Luis, lo que a todas luces arrojaría nulidad en lo actuado por ese contador. La Noticia, está en condiciones de anticipar que el contador no matriculado en cuestión está más que preocupado por estos días, buscando protección para que el haber hecho el peritaje oficial aun sabiendo que no estaba matriculado, no le vaya a jugar judicialmente en contra.
Si bien Mastrocola admitió que su trabajo de perito de parte se basó solamente en los datos contables volcados en la requisitoria fiscal, algo que el fiscal de Cámara Fernando “Chulo” Rodríguez tomó como un dato menor, pero que en realidad no es tan menor y debería ser el propio Rodríguez quien debería estar haciendo algún tipo de presentación en su labor de controlador de la legalidad de los actos que se están ventilando. Que la requisitoria fiscal no tenga datos concretos que prueben la actuación de Escudero en el delito que se le imputa, es gravísimo, toda vez que es allí donde deben estar las circunstancias de modo y lugar que prueben que el delito investigado ha sido cometido por el procesado y cómo ha sido cometido.
El contador fue contundente al señalar que “en base a los elementos aportados, no se puede determinar en forma precisa si existe faltante o no”, lo que significa que la requisitoria fiscal, técnicamente hablando, no tiene el contenido que exigen los códigos de rito para ser una acusación que le dé al imputado la posibilidad de saber de qué se lo acusa y cuáles son las pruebas para hacerlo, algo básico para poder ejercer su defensa.
Carlos Rubén Capella
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