Este miércoles, luego de 6 días de suspensión de clases por desratización, la Escuela de Comercio Nº19 de Caballito debía volver a abrir las puertas de su establecimiento. En lugar de retomar las clases normalmente, docentes, alumnos, preceptores y auxiliares del turno mañana terminaron descompuestos y seis de ellos tuvieron que ser trasladados por el SAME al Hospital Durand. “Cuando llegamos a la escuela, hubo gente que se empezó a descomponer: dolor de cabeza, picazón en los ojos y en la nariz, ganas de vomitar”, informaron los docentes. Aunque la empresa desratizadora aseguró que los productos utilizados “se aplicaron 20 horas antes del ingreso de alumnos” y los bomberos indicaron que no se encontraron sustancias que pongan la escuela en “condición de emergencia”, hasta el rector admitió sentirse “mal” de salud. Este jueves a las 8, los docentes se reunirán para pedir que un “organismo responsable” certifique por escrito “que la escuela está en condiciones”.
La invasión de ratas en el Comercial 19 comenzó en febrero. Desde el 21 de mayo, cuando encontraron una rata muerta y el avistaje de roedores en los pasillos se transformó en algo cotidiano, la situación se tornó insostenible. El 2 de julio, luego de varias semanas de limpiezas superficiales, el gobierno porteño admitió la gravedad del problema y ordenó la suspensión de clases desde el 3 al 9 de julio para llevar a cabo una desratización profunda. Las clases también fueron suspendidas en el Liceo 2 y el Normal 4, que comparten el edificio lindero a Parque Rivadavia. En las semanas previas, las tres escuelas ya habían tenido jornadas sin clases por la presencia de ratas y habían realizado semaforazos para visibilizarlo.
De acuerdo a las órdenes oficiales, las puertas del Comercial 19 debían abrir nuevamente este miércoles. “Supuestamente, el edificio estaba en condiciones, aunque no nos mostraron ningún papel de algún funcionario que lo garantizara”, contó Marianela Brucco, docente de la institución. Luego de ingresar a la escuela, docentes, alumnos, preceptores y auxiliares empezaron con síntomas de intoxicación: cefalea, náuseas, ardor de ojos y garganta y mareos.
La primera en descomponerse fue una docente, que “estaba en un espacio cerrado donde el fin de semana habían encontrado una rata con sus crías, así que se ve que a ese lugar lo habían llenado de veneno”, contó otra trabajadora de la institución. Cuando vieron que la situación se repetía, las autoridades de la escuela se comunicaron con el SAME. También se acercaron al establecimiento los bomberos y personal de Defensa Civil.
Según dijo Pablo Croci, rector de la escuela, “el equipo químico de bomberos efectuó mediciones en la planta baja» e informó «que ´no se encontraron sustancias líquidas o gaseosas´» que pongan en «condición de emergencia” a la escuela. “Hubo gente que se empezó a sentir mal. Y la verdad es que yo también me siento mal”, admitió Croci. Dos docentes, dos preceptoras, un auxiliar y un alumno fueron trasladados por el SAME al Hospital Durand, mientras que otras 9 personas fueron atendidas en la escuela. Laura Bianco, preceptora, fue una de las trabajadoras trasladadas al Durand: “Fui atendida por un médico especializado en toxicología porque tenía irritación en los ojos, afonía, se me cerró la garganta y no podía respirar. Me hicieron nebulización con salbutamol y también me dieron un antihistamínico por 5 días”, contó a este diario. Aunque todos están fuera de peligro, el alumno trasladado “quedó en observación» porque «vomitó el corticoide que le habían dado”, detalló Bianco.
Intervención de bomberos y médicos para la emergencia.
“Esto me da mucha impotencia. Realmente la pasé horrible, nunca me había pasado que se me cierre la garganta», lamentó. Y denunció: «No hay nada firmado, nuevamente. No puede ser que nadie se haga cargo. Seguimos siendo tierra de nadie”.
La empresa de fumigaciones que se encargó de la desratización aseguró que los productos utilizados (deltametrina y cipermetrina) “están aprobados por ANMAT” y se aplicaron “20 horas antes” del ingreso de los alumnos a la escuela. “Lo pusimos el día martes a las 11 de la mañana. Técnicamente, a las 3 o 4 horas ya se puede pasar”, dijo Miguel Baroni, encargado de Samar Fumigaciones.
Este jueves a las 8, los docentes se reunirán para exigir por escrito «todas las acciones llevadas adelante por parte de la escuela hasta ahora”, el “acta informe realizado por Bomberos y Defensa Civil”, y la certificación por escrito que indique que “la escuela está en condiciones y que es un ámbito saludable y seguro». «Es muy grave lo sucedido, estuvimos toda la mañana respirando veneno sin saberlo”, sostuvieron los trabajadores.
Los supervisores, que suspendieron las clases durante el turno tarde del miércoles, proponen que las clases se retomen con normalidad este jueves y aseguran que el problema estuvo en la “falta de ventilación”. “Nunca queda claro qué es lo que pasa en la escuela. Siguen tapando las cosas”, denunció Bianco, con voz todavía afónica.