Reapertura. El Congreso reactivó movimientos con la reunión de la bicameral de Trámite Legislativo. Arriba; el oficialismo comandado por el radical Luis Naidenoff; debajo, mezcla de camporistas y peronistas contra el DNU. Foto arriba: Ignacio Petunchi.
El Gobierno aplicó con relativo éxito una extraña estrategia: gatillar un mega-DNU -para «desburocratizar» un Estado aún demasiado fofo- y sacar dictamen de mayoría en la comisión bicameral que analiza estas medidas, aunque con la promesa de dividir todo el contenido en tres proyectos de ley. Esto implica volcar, en ese trío de iniciativas, 22 capítulos donde se derogan y modifican decenas de normas, por lo que el debate desde el inicio de sesiones ordinarias -1 de marzo- se estiraría meses, y con la decisión del Ejecutivo aún vigente a menos que ambas cámaras la rechacen en el recinto con mayoría absoluta.
La bandeja de tres proyectos de ley -el plan b que contó la semana pasada Ámbito Financiero- fue blanqueado ayer en la bicameral de Trámite Legislativo, que primero tuvo que conformarse. Quedó como presidente el experimentado senador radical y flamante jefe de Cambiemos en esa cámara, Luis Naidenoff (Formosa). En tanto, la vicepresidencia fue para el diputado ultra-K Marcos Cleri, que pasará a comandar la comisión en 2019, en pleno año electoral.
El oficialismo cometió un error garrafal en aceptar ese trueque, que será idéntico al del período 2016-2017: la diferencia es que tras las elecciones del 22-O pasado, Cambiemos se infló en el Congreso y ahora cuenta con la mitad de la bicameral (ocho legisladores), mientras que el kirchnerismo quedó con tres integrantes en esa comisión y el PJ racional, con cuatro. Si bien la vicepresidencia es un lugar al que podía aspirar Cleri, la titularidad y el manejo de ese cuerpo en 2019 fue un regalo del macrismo.
Durante la discusión del mega DNU -otros quedaron para la próxima reunión-, la defensa oficial quedó en manos del cabalgador PRO Pablo Tonelli, quien recordó cómo el «criterio estricto» planteado inicialmente desde la aparición de los DNU viró hacia uno «amplio» que aprovechó a doquier el kirchnerismo. «La única razón que escuché ahora para cambiar parece ser el cambio de titularidad en el Poder Ejecutivo (…) Esta comisión tiene la obligación de ser coherente y dar previsibilidad, sin importar quién ocupe la titularidad del Ejecutivo», agregó.
Desde el PJ, el diputado Pablo Kosiner y el senador Daniel Lovera dejaron clara la intención del Gobierno de «no querer discutir» los temas en el Congreso. En tanto, la senadora cristinista Anabel Fernández Sagasti expresó que la medida es «inconstitucional e irrespetuosa» y pidió al oficialismo «mantener» la postura crítica que tuvieron como oposición durante el kirchnerismo.
Cambiemos guardó parte de su arsenal para lo último. Primero, el diputado Fernando Iglesias aseguró que el Gobierno legisla «en circunstancias excepcionales, con una fracción de la oposición que actúa como `Club del helicóptero´», en referencia a las declaraciones realizadas por simpatizantes kirchneristas para que el Gobierno no finalice su mandato.
Por su parte, la senadora Silvia Giacoppo habló de las mafias sindicales que manejaban los puertos y los trámites engorrosos de renovación de licencias que cambió el DNU, y explicó que la embargabilidad de las cuentas sueldo está pensada para que «no se puedan depositar, por ejemplo, cien mil millones de pesos» de personas investigadas por delitos de corrupción que quedarían para uso libre del investigado.
En tanto, el diputado Ezequiel Fernández Langan (PRO) aseveró: «Hay que saber que el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES, de 2010 a 2015, creció 2% anual en dólares. Sólo en 2016 creció 13% y 16% en 2017, también en dólares, y en pesos superó a la inflación en un 12%.
Los últimos y venenosos dardos partieron del también diputado Luis Petri (UCR): manifestó que cuando escucha al Frente para la Victoria hablar de los DNU, no sabe «si es patología, amnesia postraumática posderrota o bipolaridad ya que en 2000, su líder y actual senadora Cristina establecía una tesis muy restrictiva respecto de los alcances y validez de éstos. Y disparó: «Mencionan a -Juan Bautista- Alberdi cuando abrazaron a Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela».
Debutó ayer en la comisión el diputado Máximo Kirchner, cuyo bloque podría sumarse al dictamen presentado por la salteña Cristina Fiore y al que ya se plegaron los cuatro del PJ. De ser así, el de mayoría será igual el de Cambiemos (8) ya que la firma del presidente de la bicameral vale doble en caso de empate.