Como en una película de terror repetida, las caras del comité de crisis que controló la vida de los puntanos durante la pandemia reaparecen, esta vez como la «renovación» del Partido Justicialista que conduce el exgobernador Alberto Rodríguez Saá.
Encabezando la lista de diputados está Silvia Sosa Araujo, exministra de Salud, cuestionada por su gestión durante la emergencia sanitaria. Le sigue Darío Neira, exjefe de la Policía, recordado por la fallida búsqueda de Guadalupe Belén Lucero. Su gestión incluyó insólitas estrategias como la consulta a videntes, mientras la menor sigue desaparecida hasta el día de hoy.
En tercer lugar aparece María José Zanglá, ex titular del Comité de Crisis, protagonista de episodios como los hospitales colapsados, el escándalo de los vacunatorios VIP y las absurdas restricciones con montículos de tierra. Más recientemente, su nombre resuena por millonarias contrataciones en el Hospital Ramón Carrillo para viandas y servicios de limpieza.
La estrategia del albertismo también alcanza los municipios. En Juana Koslay, la candidata a intendenta será Eugenia Cantaloube, exministra de Educación, duramente criticada por el desastroso manejo de la virtualidad en las escuelas durante la pandemia y la nula respuesta ante la creciente deserción escolar. Su política de promoción automática, permitiendo pasar de año con más de tres materias previas y eliminando la repitencia, dejó secuelas irreparables en la educación provincial.
El PJ de Rodríguez Saá intenta vender estas caras como «nuevas», pero los puntanos no olvidan.