Con la emergencia de la variante Ómicron, el Ministerio de Salud afina los detalles de lo que será el pase sanitario. Como anticipó Carla Vizzotti días atrás, se trata de una habilitación para aquellas actividades que impliquen un mayor riesgo, como pueden ser los eventos masivos y las actividades en espacios cerrados. Según se prevé, para poder ingresar a los sitios en que las credenciales se requieran, las personas que asistan deberán contar con el esquema completo de vacunación, al menos dos semanas antes de ese momento. A través de la app Cuidar, podrán certificar que han sido inoculadas y que cumplen con el requisito.
La disposición de la cartera a nivel nacional apunta a fomentar la vacunación entre aquellos ciudadanos que aún se niegan por diferentes motivos. Como sucedió desde un comienzo, luego es tomada o no por las diferentes jurisdicciones que adoptan la medida y le otorgan sus propias características. Las principales diferencias se erigen en torno a los sitios y las actividades que alcanzará la medida: ¿solo estará reservada para las actividades que se consideran de alto riesgo, o bien, se extenderá a otras, como las instituciones escolares, el trabajo y el transporte público? ¿Se solicitará el pase sanitario para acceder a restaurantes y locales gastronómicos? ¿Qué ocurrirá con los sitios de recreación como discos o de entrenamiento como gimnasios? A continuación, un repaso por aquellas provincias que ya lo aplican, aquellas que ultiman detalles y las que se niegan bajo el argumento de que el pase podría afectar la libertad de circulación.
Las primeras que lo adoptaron
La primera provincia que decidió establecer su pase sanitario es Tucumán. Entró en vigencia desde el miércoles y se prolongará hasta el 31 de diciembre. A partir del DNU, el gobernador Osvaldo Jaldo anunció, en consonancia a la propuesta a nivel nacional, que todos los individuos mayores de 13 años deberán acreditar haber recibido la segunda dosis dos semanas antes de la concurrencia al sitio en el que se desarrolle el evento. Tiene alcance, según informaron desde el gobierno tucumano, para eventos masivos, centros culturales, gimnasios, cines y atracciones turísticas; eventos deportivos que signifiquen aglomeración de personas; recitales, salones de fiestas y boliches. También incluye reuniones religiosas, la asistencia a bares y restaurantes. Con exhibir la credencial en Mi Argentina o el carnet físico es suficiente para tener permitido el acceso.
A partir de este jueves, Salta empleará una estrategia similar a la de Tucumán, con vigencia hasta el último día de 2021 y con posibilidades de prórroga. La diferencia es que se solicitará el pase sanitario a las personas mayores de 18 años y no a partir de los 13. Otras particularidades residen en que se mantendrá el aforo del 100 por ciento en aquellas actividades donde concurran menos de mil personas; y a un 70 por ciento la capacidad de funcionamiento de salones, locales bailables y espacios para la realización de eventos deportivos.
Un panorama variopinto
CABA, como ha procurado a lo largo de la pandemia, busca diferenciarse. El ministro Fernán Quirós consideró que solo aplicará el pase a eventos masivos y que no existe «la necesidad de expandir» el pase que ya aplican. «Lo que vamos a hacer cuando el Gobierno nacional disponga la normativa es formalizar algo que ya ocurre en la Ciudad porque para los espectáculos masivos, los deportivos de grandes volúmenes y los lugares bailables ya es obligatorio presentar el certificado de la doble vacunación», aseguró el titular de la cartera sanitaria en la Ciudad de Buenos Aires.
Desde Buenos Aires, trabajan en un pase sanitario a implementarse de manera gradual en eventos masivos así como también en otros ámbitos como la educación universitaria presencial. En paralelo, analizan la chance de aplicación en espacios laborales y transporte público. Desde el ministerio bonaerense, sin embargo, informaron a este diario que no hay nada definido en cuanto al alcance que tendrá la medida, sino que buscarán adecuarse a la normativa que se estipule a nivel nacional. Junto a Chaco, Entre Ríos y demás gobernaciones, por otro lado, trabajan en un pase sanitario articulado, para unificar criterios y mejorar la eficacia de la puesta en funcionamiento de la medida.
Hay jurisdicciones como Santa Fe que están a favor del pase y solo están puliendo detalles para determinar su aplicación. En cambio, una de las más reticentes parece ser Mendoza: su gobernador Rodolfo Suárez argumenta que como la vacunación contra covid no es obligatoria sino voluntaria, desde el Ejecutivo provincial no pueden establecer restricciones porque podrían afectar la libertad de circulación de las personas. Otra vez, se emplea la libertad como pretexto para poner en riesgo la salud pública. El resto de las provincias aguarda la comunicación oficial del Ministerio de Salud para adecuarse o no a la estrategia.
Clave ante Ómicron
La puesta en marcha de este tipo de acciones es fundamental con el objetivo de morigerar los efectos que pueda llegar a tener una nueva ola motivada por la propagación de Ómicron, la variante que ya se propaga en el continente y, gracias a la cantidad de mutaciones (más de 30 en la proteína Spike), despierta las alarmas en la comunidad científica y en la Organización Mundial de la Salud. Como apuntan los expertos y expertas que siguen de cerca la pandemia: el horizonte inicial de conquistar la inmunidad del rebaño a partir del 60 o 70 por ciento de la población inmunizada con dos dosis parece no ser suficiente. Las nuevas variantes elevaron la vara y, en el presente, se requerirá que el porcentaje de cobertura sea mayor.
El pase sanitario es una medida que se establece de manera temporaria mientras el mundo discute la obligatoriedad de la vacunación contra la covid-19. Mientras tanto, el otro frente en el que concentra sus esfuerzos el ministerio de Salud que coordina Carla Vizzotti se vincula con el avance de la campaña de vacunación pediátrica y adolescente, y la inoculación de una tercera dosis, primero destinada al persona de salud y luego al resto de la población. Argentina ya vacunó al 81 por ciento de sus habitantes con una dosis y al 66 por ciento con ambas. Ello, si se tiene en cuenta el panorama internacional, no deja de ser una buena noticia.