Argentina fue el primer país del mundo en reconocer el derecho a la identidad sexual autopercibida a través de la Ley 26.743, sancionada en mayo de 2012.

A nueve años de su implementación, en Argentina 9.383 personas rectificaron el sexo y el nombre de pila que les asignaron en el DNI al nacer, 140 son personas oriundas de San Luis, de acuerdo a un informe de abril de este año del Registro Nacional de las Personas.

El trámite es sencillo, cualquier persona mayor de 18 años, sin requisitos médicos y con solo expresar su voluntad, puede solicitar al Registro Civil la modificación de  sus datos personales, imagen y sexo registrado en la partida de nacimiento.

UNA DECISIÓN QUE TAMBIÉN PUEDE MODIFICARSE

El art. 8 de la Ley 26.743 contempla que la rectificación registral de la identidad puede ser nuevamente modificada, para este segundo cambio, sí se requiere autorización judicial.

En mayo de este año el Juzgado Civil, Comercial y Minas N° 4 de San Luis, a cargo del juez Dr. José Agustín Ruta, autorizó a una persona a modificar nuevamente su identidad autopercibida, la que había sido cambiada por primera vez en 2012.

En su fallo, el juez reconoce el marco legal en el que se encuadra lo solicitado y “la cuestión humana que involucra a ella”.

Asimismo advierte sobre “la necesidad de una urgente protección de derechos y garantías constitucionales lesionados o restringidos” y que el derecho a la identidad de género “es el prisma” a través del cual debe analizarse la causa.

Junto con la autorización para adquirir la nueva identidad autopercibida y circular con el nombre elegido para todos los actos de la vida civil, se ordenó también al Registro Civil a emitir una nueva partida de nacimiento y DNI.

La persona que solicitó la medida, al momento de su nacimiento, fue registrada con el sexo femenino; posteriormente, en el 2012 se autopercibió varón, por lo que solicitó al Registro Civil  una nueva partida de nacimiento y DNI con el nombre elegido y la identidad autopercibida.

Transcurridos ocho años, se presenta ante la justicia para solicitar autorización para una segunda rectificación registral de su identidad, ya que actualmente su identidad de género autopercibida es femenina. Para el trámite judicial contó con el patrocinio letrado del Dr. Alejandro Cordido y el asesoramiento y acompañamiento de la Secretaría de Estado de la Mujer, Diversidad e Igualdad de la Provincia de San Luis.

Se trata de un proceso judicial rápido, que se concreta a corto plazo ya que se presenta bajo la figura legal de una medida autosatisfactiva, similar a un recurso de amparo, donde se le requiere a un juez o jueza que –de manera inmediata- ordene las medidas necesarias para asegurar la plenitud de los derechos fundamentales de una persona, como la vida, la integridad o la salud.