La inflación de diciembre se ubicó en el 5,1 por ciento y cerró el 2022 en un 94,8 por ciento, algo por debajo de las previsiones de un par de meses atrás. La relativa desaceleración de los precios en relación a los siete puntos mensuales de julio y agosto se explican por el mayor orden político que muestra el Gobierno en la gestión económica, que redundó en un par de medidas de coordinación entre la gestión de los precios y el acceso a las divisas para las importaciones de las empresas. Adicionalmente, se calmó en cierta medida el escenario de la deuda en pesos y se cumplieron con las metas acordadas con el FMI. 

En suma, el Gobierno logró sortear el escenario catastrófico de hiperinflación que no se podía descartar a mitad de año pasado. Sin embargo, prácticamente duplicó la inflación anual que había en enero y cerró el 2022 con el récord de suba de los precios en 32 años.

Si bien el ministro de Economía, Sergio Massa, había deslizado en una entrevista con el diario Perfil que el número del mes pasado arrancaría con un cuatro, finalmente el Indec informó que la inflación de diciembre quedó en 5,1 por ciento, con alimentos y bebidas no alcohólicas corriendo algo por detrás, con un 4,7 por ciento. Bien por encima del promedio se ubicaron restaurantes y hoteles (7,2 por ciento) y bebidas alcohólicas y tabaco (7,1 por ciento). También empujaron hacia arriba la suba del 5,8 por ciento en el rubro de transporte y de 5,7 por ciento en la medicina prepaga.

Massa resalta la desaceleración mensual que se registró en relación a los caóticos meses de julio (7,4 por ciento) y agosto (7,0 por ciento). A partir de allí, septiembre y octubre anotaron 6,2 y 6,3 por ciento, respectivamente, y noviembre y diciembre, 4,9 y 5,1 por ciento, cada uno. Sin embargo, en la comparación anual la curva se mantuvo en ascenso: en enero de 2022, la inflación a doce meses anotaba 50,7 por ciento; en junio subía al 64 por ciento y terminó el año con el récord desde 1991: 94,8 por ciento.

Diciembre

Tanto en diciembre como en noviembre, el plan de Precios Justos tuvo impacto positivo en la desaceleración de la dinámica de los precios en el sector de consumo masivo, siempre teniendo en cuenta las subas todavía más altas que mostraban antes del acuerdo.

El mes pasado, los alimentos marcaron un alza del 5,2 por ciento en la Región Metropolitana. Las frutas lideraron las subas, con un 10 por ciento, seguido de verduras, tubérculos y legumbres (8,9 por ciento), aguas minerales, bebidas gaseosas y jugos (9,3) y pan y cereales (6,7 por ciento). Por debajo del promedio quedaron carnes (3,0), leche y lácteos (4,4) y aceites, grasas y manteca (3,3 por ciento).

El rubro de prendas de vestir y calzado subió 4,1 por ciento, mientras que equipamiento y mantenimiento del hogar lo hizo en un 6,3 por ciento y bebidas alcohólicas y tabaco avanzó un 6,7 por ciento.

El capítulo de salud mostró un avance del 5,5 por ciento, empujado por la suba de las cuotas de las prepagas, del 6,9 por ciento. En transporte, el alza fue del 5,1 por ciento a partir del 6,2 por ciento que anotó la adquisición de vehículos y el avance del 5,7 por ciento en el trasporte público. El rubro que mayor suba tuvo fue restaurantes y hoteles, con un 7,4 por ciento mensual.

Cierre de 2022

En el Área Metropolitana, la inflación anual cerró en el 95,2 por ciento. Algo por encima quedó la región Noreste (96 por ciento) y por debajo se anotó la Región Pampeana, con el 94,2 por ciento.

En el AMBA, el récord de inflación anual se lo llevó el sector de verduras, tubérculos y legumbres, con un 174,4 por ciento. En segundo lugar quedó prendas de vestir y materiales, con el 129,2 por ciento. Completan el podio las frutas (129,1 por ciento).

También quedaron muy por encima del promedio leche y lácteos (110,4 por ciento), pan y cereales (108,8), bebidas alcohólicas (124,9), restaurantes y comidas fuera del hogar (108,0), azúcar, dulces y golosinas (104,8), bienes y servicios para la conservación del hogar (102 por ciento) y prepagas (100,9).

En cambio, los rubros que menos subieron fueron transporte público (62 por ciento), servicios de telefonía e internet (64,6) y servicios recreativos y culturales (69,2 por ciento). En tanto, el servicio de electricidad, gas y agua avanzó un 74,8 por ciento y el tabaco lo hizo en un 70,2 por ciento.