El ceo liberal modelo de Javier Milei acusó a las entidades de crear la biletera MODO para evitar competir entre ellos. La denuncia llega justo cuando la firma está perdiendo contra las promos de los bancos, que salieron a cruzar al empresario por haber recibido 300 millones de dólares en subsidios y excenciones impositivas el último año y medio. 

Mercado Libre, la empresa de Marcos Galperín, que tiene el monopolio de las compras on line y los modos de pago, denunció a los bancos por cartelización con la billetera virtual MODO y, en una sola acción, derrumbó dos mitos fundacionales de estos tiempos: el primero, que el mercado se autoregula y que es la libre competencia la que ordena; el segundo, que el empresario que el Presidente Javier Milei eligió como emblema del ceo que no depende del Estado, no sólo cobra subsidios millonarios del Estado, sino que ahora también le pide al Estado que lo proteja de lo que cree que es competencia desleal. 

Todo eso va en paralelo al hecho de que su compañía se transformó en la más grande de Argentina -superando a Techint y Arcor- con el apoyo estatal de la Ley de Software y la estrategia, nunca regulada por los gobiernos, de hacerse pasar por una firma del sector cuando, en realidad, es un banco y una vendedora de productos de todo tipo. En esa línea, los bancos afectados por la denuncia salieron a marcar la cancha con fuertes denuncias y un alerta numérica: En el último año y medio, de los gobiernos de Alberto Fernández y Milei, la empresa de Galperín recibió casi 300 millones de dólares en subsidios y excenciones de impuestos

La denuncia que Mercado Libre presentó ante la Comisión de Defensa de la Competencia (CNDC) acusa a 36 bancos por «concentración prohibida, cartelización y prácticas coordinadas destinadas a perjudicar a la industria fintech y sus usuarios». Por medio de un comunicado, la firma recordó que existe «un antecedente en este tipo de concentración negativa para la industria. En 2018 la CNDC investigó por prácticas anticompetitivas a Prisma, una sociedad compuesta por los principales bancos. Como resultado de esa investigación, los bancos debieron vender su participación en esa empresa». Aclararon, además, que los 36 bancos accionistas de MODO «tienen más del 80% del valor total de los depósitos del sistema financiero, tarjetas y cuentas». Naturalmente, la aparición de la denuncia al día de hoy tiene que ver con que las promociones de MODO son de una agresividad tal ante el derrumbe del consumo que están superando ampliamente en beneficios a Mercado Libre. Es decir, están compitiendo mejor que Galperín. 

En este contexto, los bancos, con dureza, tomaron posición. «Es paradójico -explicaron fuentes del sector a Página I12– que Mercado Libre, que actúa en forma monopólica ejerciendo su poder de mercado, sea el que denuncia a los bancos de falta de competencia. Es cierto que MELI no se “carteliza”, es directamente “monopolio”». En paralelo, MODO -que incluye a 36 bancos que se nuclean en ABA (bancos privados extranjeros) y ADEBA (privados nacionales), formalizó en un comunicado que «esta nueva denuncia sólo busca desviar la atención de la denuncia realizada en su contra en el mes de mayo por abuso de posición dominante». Y agregaron que «en esta oportunidad, Mercado Libre ataca a las promociones de MODO y los bancos de las que hoy se benefician millones de consumidores y comercios cuando realizan sus pagos con la billetera». 

A Galperín le volvió el boomerang

La denuncia de Galperín es fundacional de un debate central: la concentración en venta de bienes y servicios y, sobre todo, el estatus que creen tener empresas de servicios on line de independencia del Estado para hacer sus negocios. Es curioso, pero el ceo favorito de Milei, al que tiene como ejemplo de flexibilización y desafiliación sindical, venía tildando de prebendarios en redes sociales a empresarios textiles y de otros rubros

Ahora, precisamente, la protección del Estado que pide Galperín no es diferente a la que reclaman industrias mano de obra intensivas, sobre todo pymes, que no sólo no cuentan subsidios del Estado, sino que además compiten contra los altos costos locales y con la apertura indiscriminada de importaciones que favorece el propio Gobierno. Hace unos días, Paolo Rocca, de Techint, que tiene un pensamiento más elaborado y aplomado que Galperín, encaró un lobby parecido pero por otras vías. Habló en Brasil de un polo «anti China», que incluya a Estados aliados geopolíticamente al eje Estados Unidos Japón. No pidió la escupidera de Competencia, ni dinero en subsidios, pero sí reclamo ayuda política para eliminar la competencia. En este contexto, lo particular es que si Galperín está tan afectado por los efectos del libre mercado, cuál será la situación de los consumidores, que en plena depresión económica perdieron ingresos en un mercado que los tiene de rehenes

También hay que leer en esta contienda de los Galperín contra los bancos, el trasfondo de la guerra del Gobierno con las entidades financieras, a las cuales acusa de atentar contra el plan económico. Puntualmente, Milei sigue apuntándole al Banco Macro. En ese mar picado entra Mercado Libre, a la espera de un ok de Luis Caputo, el ministro de Economía que maneja los hilos de Defensa de la Competencia. 

Una guerra de un cartel y un monopolio

El negocio de Mercado Libre es un problema desde hace años para los Gobiernos. Durante el macrismo, el ex vice del BCRA, Lucas Llach, había planteado si convenía regular a la firma de Galperín en ese momento o dejarla crecer y luego regularla. Él laudó en favor de regularla en cinco o seis años, lo que no sólo la transformó en un gigante incontenible sino que obligó a los bancos a hacerle frente de una única manera, uniéndose en la creación de otro gigante. Es decir, una guerra entre un «cartel» y un monopolio. 

En su denuncia, Mercado Libre precisa que «la billetera digital MODO nunca notificó ni solicitó autorización a la CNDC para operar de forma conjunta. De esta manera, los bancos están infringiendo la ley de defensa de la competencia que obliga a notificar acuerdos de empresas que afectan la competencia». En segundo lugar, avisan que «la cartelización es perjudicial para los consumidores porque les permite ponerse de acuerdo en sus estrategias comerciales y evitar la competencia por los comercios que afilian a sus promociones, y por los montos de descuentos o reintegros que ofrecen a los consumidores». «Es como si todos los supermercados se pusieran de acuerdo para tener una única marca de supermercados para comercializar productos y fijaran sus promociones en conjunto para no competir entre sí», agregaron. 

Los bancos juegan de contra

Por medio de un comunicado, MODO aseguró que «en lugar de mejorar su propuesta de promociones, Mercado Libre las quiere bloquear con denuncias, evitando así competir por mejores beneficios para los usuarios”. Santiago Eraso Lomaquiz, Director de Legales, Compliance y Asuntos Públicos de MODO, destacó que las promociones disponibles en MODO son muy valoradas por los usuarios, y acompañan a los consumidores argentinos en el camino hacia la digitalización de los pagos. Destacó además que los principales bancos argentinos fundaron MODO en 2020 y dieron lugar al nacimiento de la competencia en el mercado de los pagos con billetera en QR y online. «Hasta ese momento, los consumidores y comercios tenían una sola opción, Mercado Pago. Hoy más de 7 millones de personas usan habitualmente MODO para pagar y obtener beneficios», reza el comunicado de la billetera. 

En la misma línea, desde los bancos precisaron que la firma de Galperín «realiza intermediación financiera sin tener licencia para hacerlo y obliga a todos los vendedores de Mercado Libre a cobrar exclusivamente con Mercado Pago». Mientras que con los compradores hace lo mismo, y obliga a que todos cobren por ahí. «MELI es la billetera más cara», aducen. Y agregan que los bancos tienen promociones individuales dentro de modo, lo que los hace competir por mejores descuentos. 

Por último, fuentes de las entidades bancarias precisaron ante este diario que el año pasado MELI recibió «subsidios impositivos por la ley del conocimiento por mas de US$250 millones». Y que «solo en el primer semestre de 2024 cobro subsidios por la Ley de Conocimiento por mas de US$ 35 millones además de las franquicias sobre IIBB»