El ministro de facto de Gobierno informó que buscará alianzas con clínicas y cementerios privados en vez de las expropiaciones.

El ministro del Gobierno de facto de Bolivia, Arturo Murillo, anunció este martes que darían marcha atrás al plan de «expropiación» de hospitales y cementerios privados en Cochabamba y Santa Cruz, luego de registrarse duras protestas por parte del gremio empresarial.

«Tenemos saturados todos los hospitales, necesitamos hacer una intervención rapidísima, y podemos ponerlo más bonito: necesitamos hacer una alianza entre públicos y privados», explicó Murillo.

La nueva declaración de Murillo llega después de que el pasado lunes la presidenta de facto, Jeanine Áñez, anunciara en una reunión junto a la ministra de de facto Salud, Eidy Roca, de expropiar clínicas y cementerios ante el aumento descontrolado de la pandemia de la Covid-19 en el país.

Aunque Arturo Murillo utilizó el término «expropiación» al anunciar la medida e incluso habló de «precio justo», poco después se retractó y aseguró que usarlo para referirse a lo que califica de «intervención», fue un «error» y se disculpó ante los empresarios privados.

De igual manera, el ministro de facto anunció que las intervenciones no significarían «meter la mano en el bolsillo de nadie», ni «quitar nada a nadie» en un intento por calmar los ánimos de los propietarios privados de los hospitales y cementerios afectados.

No obstante, luego de las palabras del funcionario boliviano, la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) rechazó el plan de expropiaciones, que según se anunció, iniciaría  con dos centros hospitalarios de Santa Cruz, al este, y Cochabamba, al centro.

El comunicado de la CEPB apunta que antes de tomar esta medida, se debe iniciar un diálogo «prescindiendo de advertencias y acciones unilaterales que puedan generar más incertidumbre en el sector privado e incluso afectar derechos protegidos por la Constitución y las normas vigentes».

Además, recuerda que los empresarios han estado combatiendo de manera activa la pandemia, y todo el tiempo han mantenido una regular provisión de alimentos y otros productos básicos en el mercado nacional.

La semana pasada trascendió que el Gobierno de facto tiene inutilizados o subutilizados varios de los hospitales construidos en la última etapa del Gobierno de Evo Morales, en medio del creciente número de contagios y muertes por la Covid-19.