Un grupo de productores autoconvocados empujados por una agrupación del PRO y con una historia que los ubica naciendo al calor del conflicto de la 125, están armando un tractorazo a Buenos Aires el sábado 23 de abril por la mañana. La decisión, como pocas veces ha ocurrido, está generando un fuerte rechazo en los sectores mayoritarios y más institucionalizados de la ruralidad: cuestionan el armado por darse en un momento complejo para la sociedad ante el alza inflacionaria y, además, en tiempos en los cuales los precios internacionales récord y la impacto global de la guerra en Ucrania siguen generando márgenes de ganancia muy por encima de la media en buena parte del sector. Entre los detractores están casi todas las economías regionales, la agroindustria y tres de las cuatro entidades de la Mesa de Enlace, que aseguraron que «no es momento» de una medida de este tipo.
«Después, si nos dicen que hacemos los piquetes de la abundancia, van a tener razón», sintetizó ante Página I12 un importante dirigente de la Mesa de Enlace. La frase remite a aquella que pronunciara la entonces Presidenta, Cristina Kirchner, en el marco de la disputa por las retenciones móviles del 2008 y un contexto de precios internacionales muy similar al actual.
La movida de traer un tractorazo a Buenos Aires está en manos de la Asociación Argentina de Productores Agropecuarios (AAPA), que hace tiempo venía buscando una personería que consiguió en las últimas semanas. Con eso, reforzó su posición de una queja con puntos que muestran más penetración político partidaria que cuestiones vinculadas a las necesidad del agro. Entre las consignas aparece la baja de impuestos y hasta reducir el gasto público. Tampoco se sabe si será al Congreso o a la Plaza de Mayo y quiénes serán los oradores. La AAPA está encabezada por Pedro Zabala, productor de la zona núcleo, y en las últimas horas recibió un fuerte empujón político para la convocatoria: Campo Más Ciudad, la agrupación del agro PRO que tiene al ex ministro de Macri, Luis Miguel Etchevehere, al frente, avisó por diferentes vías que acompañará la movida. «Estamos hartos: 23 A, allá vamos», reza un flyer que difundieron en redes sociales, donde además piden que «hay que bajar el gasto político».
Otro de los mensajes de Campo Más Ciudad llamó la atención de varios. Pidieron una donación de 600 pesos a los asistentes para «imprimir y repartir 10 mil ejemplares de la Constitución Nacional entre quienes vayan al #23A». Aducen que, «la mitad de los problemas de los argentinos se resolverían si se respetara a rajatabla» la norma suprema. Toda esa parafernalia comunicacional le copó el acto a la AAPA, que intentó en un inicio despolitizar un acto que tendrá condimentos netamente partidarios.
En paralelo, aún con parte de la Mesa de Enlace en contra, hace unas horas, entidades rurales de la provincia de Córdoba, entre ellas la Sociedad Rural, Federación Agraria y Coninagro, dieron a conocer una nota apoyando el tractorazo. «Vamos a acompañar», aseguran en el texto al que accedió este diario, que incluye sello y firma de los titulares de dichas organizaciones.
Lo cierto es que la medida recibió un rechazo muy concreto de la Mesa de Enlace Nacional. «La semana pasada la Mesa de Enlace no adhirió a la movilización a CABA para el 23/4 convocada por los autoconvocados. Si bien compartimos los problemas de falta de previsibilidad, inflación y diferencial cambiario, y alta carga impositiva del sector (por citar algunos de los más importantes), no compartimos el momento ni el lugar ni la fecha, por considerarlas inoportunas. Además, la sociedad en su conjunto tiene una situación muy complicada, sin respuestas por parte del Gobierno en generar previsibilidad y confianza, para llevar adelante sus emprendimientos, cosa que seguramente lo advierten en sus propias empresas, cámaras, comercios, y cualquier ámbito de trabajo», definieron en un documento que circuló tras una reunión formal. Más allá lo público, Coninagro, CRA y Federación Agraria dejaron trascender que el pasar económico actual no amerita ir a las rutas. Lo propio aseguran empresarios de la industria agropecuaria y de las economías regionales.
La Sociedad Rural nacional, por su parte, está en una posición indefinida. «No fuimos invitados», dijeron fuentes de la entidad a este diario. Y también precisaron que «no se sabe bien el temario ni el objetivo». «Hay mucha política metida», contó, por otra parte, un directivo de FAA. Lo cierto que esta institucionalización de los autoconvocados en la AAPA, también le pone presión a la Mesa de Enlace para sumarse a un estado de belicosidad permanente o ser absorbida por este grupo, que nuclea varios cuadros ultras que responden a Juntos por el Cambio.