Con modificaciones y pese al rechazo opositor, el oficialismo consiguió hoy la media sanción en el Senado del proyecto de ampliación de la cantidad de integrantes de la Corte Suprema de Justicia, que pasaría a tener 15 integrantes si se aprueba en la Cámara de Diputados.
Sin embargo, la iniciativa, que cosechó 36 votos afirmativos y 33 negativos, tiene casi nulas chances de avanzar con la reforma en la Cámara baja, donde la oposición la rechazará.
Por la resistencia de sectores internos del oficialismo al proyecto de reforma para ampliar la Corte Suprema a 25 miembros (suscripto por José Mayans y Anabel Fernández Sagasti, y motorizado por un grupo de 16 gobernadores oficialistas), que ponía en peligro la media sanción del Senado, el Frente de Todos cedió en las pretensiones y a último momento modificó la redacción del texto acotando a 15 integrantes la composición del máximo tribunal de Justicia.
El Frente de Todos había intentado durante meses persuadir al puntano Adolfo Rodríguez Saá, y a los aliados circunstanciales Alberto Weretilneck y Clara Vega, quienes impulsaban iniciativas que contemplaban un número menor a 25. Pero los intentos no prosperaron y por eso se demoró tanto la convocatoria a la sesión.
Si se aprobara la iniciativa en la Cámara de Diputados, y se completara la integración con la designación de nuevos magistrados, el órgano pasará a contar con 11 integrantes adicionales, ya que pese a que la ley actual establece una composición de cinco miembros, quedó reducida a cuatro desde la renuncia en noviembre del año pasado de la jueza Elena Highton de Nolasco.
La sesión fue habilitaba por la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma de Zamora, ya que la vicepresidenta Cristina Kirchner no asistió, en medio del juicio por el que se encuentra procesada en la causa Vialidad.
Juntos por el Cambio no contribuyó con el quórum, en rechazo a la iniciativa con la que -según afirman-el oficialismo busca controlar a la Justicia y conseguir la impunidad de Cristina Kirchner y otros referentes del oficialismo. Sus senadores recién bajaron al recinto con la sesión ya empezada.
El debate
El titular de la comisión de Asuntos Constitucionales del Senado, Guillermo Snopek, defendió el proyecto y afirmó que el debate se extendió por «seis meses».
“Escuchaba que solo le interesan a la política estos temas, y no, esto es confundir: hacemos lo que tenemos que hacer. La responsabilidad de legislar, y es tema de este Congreso el tema de la Corte”, aseguró el jujeño, que cuestionó la falta de mujeres en en el tribunal.
Al referirse a la composición actual de la Corte Suprema, recordó que la integran «solo 4 miembros, 4 hombres», por lo que pidió incorporar la paridad de género como principio rector de la nueva integración del máximo órgano de Justicia.
Para el jujeño, «una Corte mejorada serviría para zanjar las desigualdades», y pidió buscar “una Corte federal».
La vicepresidenta de la Comisión de Justicia y miembro informante de Juntos por el Cambio, Beatriz Ávila, expresó su «estupor y asombro» por el tratamiento de una reforma de la Corte, y negó que el tema esté «entre las prioridades de los argentinos«.
«Estamos ante la enésima vez que el oficialismo trae a este Cámara el tema vinculado a la Justicia. Hemos tenido muchos casos, y temo decir que este va a terminar como los anteriores: en un profundo fracaso», sentenció la tucumana.
Según dijo, «nunca se ha demostrado que la cantidad resuelva la calidad de ninguna manera, y tampoco hay un número mágico con respecto a cuántos tienen que ser los miembros de la Corte».
«Ahora lo que sí tenemos claro es que quienes integren la Corte tienen que ser personas probas, juristas de excelencia, y por sobre todo independientes ante presiones que puede ejercer el gobierno de turno y que pueda administrar correctamente la Justicia», agregó.
«Por más que los gobernadores digan que lo que buscan es el federalismo, regionalizar o la paridad de género, y por más que fueran buenas iniciativas o de buena fe, subyace que por atrás hay otra intención. Subyace que se quiere avanzar, manipular al Poder Judicial nuevamente, y eso no lo podemos permitir», subrayó la legisladora opositora.
El senador nacional Martín Lousteau (UCR) coincidió en que la discusión de una reforma de la Corte Suprema no puede ser una prioridad del Congreso en medio de una situación social desbordante con un nivel de inflación récord desde la hiperinflación del fines de los 80.
«Hoy mientras la inflación corre al 7% mensual -135 anual, récord desde la hiperinflación de fines de los 90-, nuestro debate consiste en ampliar la Corte Suprema”, agregó el economista radical.
También se quejó de que desde el oficialismo hay convocatorias al diálogo «mientras vamos a tratar una ley sin ningún tipo de consenso».
El ex ministro de Economía aclaró que «no es ni ahora ni nunca el momento para debatir esto».
«¿Conquistar políticamente la Corte qué resuelve de nuestros problemas? ¿Da la tranquilidad de que se va a recibir justicia?”, se preguntó en otro tramo de su discurso.
Finalizó su intervención sosteniendo que «nada de esto va a contribuir a mejorar la justicia, sino a echar más dudas sobre cómo funciona la Justicia».
Por su parte, la también radical Silvia Giacoppo rechazó el argumento oficialista respecto de que una Corte mejorada contribuiría a resolver los problemas de la ciudadanía.
«La Corte no resuelve los problemas de la gente porque está para controlar la constitucionalidad de los fallos. Los que resuelven los problemas cotidianos son los juzgados de primera y segunda instancia y las cámaras, dejemos de mentirle a la sociedad», explicó la jujeña.
El fueguino Matías Rodríguez (Frente de Todos) recogió el guante: «Lo que vamos a lograr con una Corte mayoritaria y con áreas especializadas en diferentes temas es mayor agilidad. ¿Cómo no va a ser un tema de la gente tener un servicio de justicia más ágil?, ¿por qué lo quieren minimizar?».
También la vicejefa del interbloque oficialista, Anabel Fernández Sagasti, criticó el arumento opositor de que el tema es ajeno a las preocupaciones de la población.
«Si esto estuviera totalmente alejado de la gente no habría un 80% de insatisfacción respecto a la Justicia. ¿Está mal plantear que necesitamos pluralismo y perspectiva de género en la Corte? Algunos tienen miedo de sentarse a discutir políticas de Estado», disparó la kirchnerista.
«Hay que poner los intereses del país por delante de cualquier cosa. Hay que ser valientes para ponerse de acuerdo y no hay que tenerle miedo a las tapas de los diarios que los retan cuando hablan con el kirchnerismo», desafió a la oposición la mendocina camporista.
La salteña del Frente de Todos Nora del Valle Giménez resaltó las virtudes de la propuesta de ampliación de la Corte, y al respecto opinó que «va a permitir mejorar la administración de Justicia, garantizar la imparcialidad, el principio de inocencia y fundamentos y principios elementales que hacen al buen funcionamiento de una Justicia independiente».
La senadora catamarqueña Lucía Corpacci hizo hincapié en la cuestión de género e hizo un repaso sobre la composición de las distintas cortes desde el regreso de la democracia en 1983.
«Desde el advenimiento de la democracia, por la Corte han pasado 25 miembros, solo 3 fueron del interior profundo y 19 han sido de Buenos Aires. Es muy importante que las provincias estén sentadas en la Corte si no se quiere seguir creando un país unitario», aseguró la legisladora oficialista.
En el mismo sentido, el rionegrino Martín Doñate (Frente de Todos) destacó que «en 160 años de historia, la mitad de las provincias argentinas jamás tuvieron representación en la Corte Suprema».
«Casi el 90% de quienes integraron la Corte son bonaerenses o de la Capital Federal. No hay federalismo en la integración de la Corte Suprema», lamentó.
Gabriela González Riollo, de Juntos por el Cambio, advirtió que «esta reforma afecta la independencia del Poder Judicial» y consideró que «el poder político no debe entrometerse».
«Mientras más lo hacemos, menos republicanos somos. Tenemos una Justicia lenta y antigua, lo que debemos hacer es darle herramientas para que mejore su funcionamiento», manifestó la puntana.
El senador de Juntos por el Cambio Pablo Daniel Blanco afirmó que «al oficialismo lo único que le interesa es garantizarle la impunidad a la vicepresidenta de la Nación» Cristina Kirchner.
«El número de miembros de la Corte que han propuesto es de 15, hace pocos días era 25, antes 16 y antes 9. Para mí el número es anecdótico. La única condición que tenía que cumplir era doble: que garantice la impunidad de Cristina Kirchner y que permita el acuerdo de senadores oficialistas con sus aliados», expresó.
A su criterio, «este es un proyecto camaleónico que fue cambiando de color en otoño cuando lo trajeron, en invierno y ahora en primavera cuando finalmente decidieron traerlo al recinto. No les importa el color, les importa el control. El control de la Justicia», fustigó el fueguino.
El senador misionero del PRO Humberto Schiavoni afirmó que «no hay ningún especialista que afirme que ampliar el número de miembros de la Corte Suprema va a agilizar la mora en la resolución de los expedientes».
«Todo lo contrario, el trámite se va a volver mucho más engorroso y las causas se dilaten aún más», advirtió.
El puntano Adolfo Rodríguez Saá (Frente de Todos) relativizó el debate en torno al número de miembros de la Corte. «Los números son variados y se ajustan a las necesidades de un momento histórico de cada país, no es que haya un número que esta bien y otro mal. Cada país ha resuelto su institucionalidad como mejor ha podido para el momento o etapa histórica que estaba viviendo», reflexionó el senador oficialista.
El riojano de la UCR Julio Martínez consideró que «los problemas que tiene la gente con la Justicia no se solucionan ampliando la Corte».
Según pronosticó, «algunos de esos problemas se van a profundizar porque va a ser una Corte Suprema más amplia, burocrática, con más costos y que no soluciona la lentitud de la Justicia».
A su turno, Weretilneck indicó: «Estamos proponiendo que el control constitucional de los actos de este Congreso y del Poder Ejecutivo sea más democrático y tenga más miradas y puntos de vista. Porque cuantas menos personas integran una corte, mayor autoritarismo y menor transparencia».
Ya casi sobre el final, Oscar Parrilli (Unidad Ciudadana-Frente de Todos) sostuvo que «de los cuatro miembros que hay hoy en la Corte, dos definen absolutamente todo, se votan a sí mismos», en alusión a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz.
¿Esta es la Corte que queremos? Tenemos que tener otra, no por nosotros, sino por la democracia y por el gobierno que será electo en el 2023″, manifestó el neuquino, mano derecha de Cristina Kirchner.
Completó el tiempo destinado a Unidad Ciudadana en los discursos de cierre la kirchnerista bonaerense Juliana Di Tullio, quien expresó que esta Corte tiene que ser ampliada porque tiene que ser autocontrolada y porque es la única manera que sea más democrática, que sea independiente en serio y que sea federal».
El último discurso estuvo a cargo del presidente del interbloque oficialista, José Mayans, quien señaló: «El Poder Judicial está altamente cuestionado y necesitamos que sea confiable, pero tenemos un problema, la Corte se siente un poder superior».