Tras el manotazo de ahogado, previendo una derrota electoral, el gobierno aún no reglamenta el sistema de lema, la justica electoral permanece de feria y nadie sabe cómo serán los plazos electorales.
Alberto Rodríguez Saá decidió cambiar el sistema de votación sin consultar a nadie, como ultima herramienta para intentar conservar un gobierno que ha llegado a su fin de ciclo, sin haber “logrado” un candidato para sucederlo.
La reglamentación de una ley es la parte más importante de la misma, es la que establece como se aplicará, es de público conocimiento que el demorar esto es solo una especulación para seguir embarrando una elección por demás sucia.
Rodríguez Saá es el dueño de la cancha, de los árbitros (jueces electorales) y de la pelota, pero sigue sin garantizar la victoria de su millonario equipo de funcionarios, que han demostrado en los últimos 6 años, que de gobierno para la gente no tienen absolutamente nada.
A escasos meses de las elecciones, las reglas no están claras y desde los demás partidos políticos piden la urgente reglamentación.