El Gobierno amplió y flexibilizó su programa de ayuda a las empresas para el pago de salarios y anunció créditos a tasa cero para el consumo con tarjeta de crédito para monotributistas y autónomos. «Son señales fuertes que dan certidumbre para que una vez que superemos esta crisis, tengamos mejores perspectivas», indicó el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Según cálculos oficiales, las medidas del Estado nacional para paliar los efectos económicos del distanciamiento social llegan al 2,9 por ciento del PBI, lo cual ubica el país entre los emergentes de más amplia respuesta, en términos relativos a cada economía. Son unos 850 mil millones de pesos.

La paralización de la mayor parte del aparato productivo está llevando a una crisis económica global que es mucho más acelerada y profunda que la de 2008/09 y anteriores crisis, que se parece más a los efectos de una guerra. En este contexto, se extendió un consenso general acerca de que el Estado debe salir a rescatar a individuos, hogares y empresas “como sea”. El gobierno argentino tuvo buena anticipación en materia de restricciones sanitarias para contener la propagación del virus. En paralelo, se fueron poniendo en práctica medidas económicas de emergencia con distinta suerte. Varias fueron revisadas y ampliadas, en virtud de contratiempos que aparecieron en la práctica pero también de la extensión de la cuarentena.

El esquema de apoyo a las personas que se quedaron sin ingresos se encaminó a través del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que supone el pago de 10 mil pesos por única vez a 7,8 millones de personas monotributistas o desempleados, mientras que se instrumentó un bono de 3 mil pesos para jubilados y pensionados y planes sociales.

Para tratar de sostener el empleo registrado, el gobierno en un primer momento lanzó créditos para pagar salarios a una tasa del 24 por ciento. Esa línea estaba pensada para pagar los salarios de marzo, pero la implementación fue muy lenta y dificultosa para las pymes. El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, admitió que «no estamos conformes con las fecha de pago, la primera semana de abril significaba una cosa y el 20 de abril, otra». «De todos modos, por esta vía ya hay 150 mil millones de pesos acordados y la mitad de eso fue desembolsado. La línea del 24 por ciento va a continuar, porque hay empresas que querrán tomar estos créditos para pagar la parte de los salarios que corre por su cuenta y no por parte del Estado”, agregó.
Salarios

Con el fin de ampliar la ayuda para las empresas, este lunes el gobierno amplió programas y flexibilizó criterios. “El principal objetivo de estas medidas es evitar que se rompan los contratos de trabajo. Vemos que algunos sectores negocian suspensiones, lo cual es una solución razonable para preservar la fuente de trabajo cuando la actividad está totalmente parada», indicó el ministro de Trabajo, Claudio Moroni.

Todas las empresas podrán acceder a este beneficio denominado «salario complementario» de la misma manera, sin las distinciones que antes operaban según el tamaño de la firma. Incluso, las empresas de más de cien empleados antes no accedían al beneficio y ahora están incluidas. También se había establecido un beneficio proporcionalmente más alto para las empresas más pequeñas. Ahora, se definió que todas las empresas tengan las mismas reglas de acceso. Además, el tope del pago del 100 por ciento del salario mínimo ahora pasa a dos salarios mínimos.

El «salario complementario» será equivalente al 50 por ciento del salario neto del trabajador o trabajadora, con un piso de un salario mínimo y un tope de dos salarios mínimos. Por ejemplo, en un sueldo de 30 mil pesos de bolsillo, el Estado se hace cargo de 16.875 pesos, que es el monto del salario mínimo. En el caso de un salario de 50 mil pesos de bolsillo, el Estado deposita 25 mil, y en un salario de 80 mil pesos, el equivalente a dos salarios mínimos (33.750). Para un trabajador a tiempo parcial en relación de dependencia que cobra 15 mil pesos, el Estado afronta todo ese pago.

El criterio de selección de las empresas beneficiarias corre por cuenta de la AFIP. “Son empresas que han tenido una caída sustancial en sus ventas o que directamente no han podido abrir sus puertas. En un contexto de inflación del 48 por ciento anual, cualquier empresa que haya tenido una reducción nominal de las ventas, es una caída significativa”, dijo Kulfas. El gobierno calcula que ocho de cada diez trabajadores va a estar cobrando la mitad o un poco más del salario a través de la Anses. Hasta ahora, 420 mil empresas (sobre un total en el país de 600 mil) ya se inscribió para recibir el beneficio y están en proceso de evaluación. El pago se realizaría por parte de la Anses directamente en las cuentas bancarias de los empleados.

Para las empresas que todavía no se inscribieron, habrá una reapertura de ese registro en los próximos dos días. Se accede a través de la AFIP con Clave Fiscal. El salario complementario puede funcionar también para pagar el porcentaje del salario acordado entre la empresa y el gremio en un contexto de suspensiones.

Por otro lado, también se extendió para todo tipo de empresas la postergación en el pago de contribuciones patronales. Se prevé que este beneficio se prolongue en el tiempo en el caso de aquellas actividades que no tienen perspectivas claras de poder volver a la normalidad, como por ejemplo turismo, gastronomía y cultura.
Créditos a tasa cero

El gobierno anunció créditos a tasa cero para monotributistas y autónomos para las compras con tarjeta de crédito. El crédito se puede otorgar por hasta tres veces la facturación mensual del tope de la categoría en la cual está inscripto el contribuyente. Tiene un máximo de 150 mil pesos a ser desembolsado en tres cuotas iguales y consecutivas.

A partir de la semana que viene, cada monotributista debería recibir una comunicación de la AFIP que dirá si está o no calificado para obtener ese crédito. Ese dato también estará en el perfil de cada contribuyente en la web de la AFIP, en donde el usuario deberá informar su CBU para proseguir con la operación. Luego, la AFIP le informa al banco que deposite el dinero como un crédito en la tarjeta de crédito del contribuyente. El Estado no sólo paga el subsidio total de tasa sino también la garantía, a través del FOGAR, con lo cual la adjudicación debería ser rápida. La medida incluye a todas las categorías de monotributistas y de autónomos siempre que su facturación haya quedado afectada por la cuarentena. La devolución se realizaría a partir de diciembre en doce cuotas fijas.