Desde hace una semana, el CFI estableció un centro de atención para facilitar el acceso a créditos blandos. Está ubicada en el primer piso del bloque 1 del ministerio de Desarrollo Productivo. Allí brinda asesoramiento presencial, virtual, telefónico o vía mail a aquellas empresas que necesiten financiamiento.
El Consejo Federal de Inversiones (CFI) es un organismo público creado en 1959 por acuerdo de las provincias argentinas. Ofrece asistencia técnica y financiera para impulsar el desarrollo y la competitividad del país. San Luis volvió a su seno el mes pasado luego de muchos años de aislamiento y su presencia ya se hace sentir en la provincia, ya que habilitó una oficina para trámites en la propia Casa de Gobierno.
La oficina presencial está situada en el ministerio de Desarrollo Productivo, donde se ofrecerá atención personalizada sin necesidad de salir de la provincia. En principio, se evalúa cuál es la mejor línea y las mejores condiciones para cada solicitud de crédito.
“Tenemos dos grandes áreas que nos permiten acompañar a las provincias”, detalló el coordinador de Créditos Productivos del CFI, Diego Silva, quien agregó que “la primera se orienta al desarrollo productivo vinculado a las herramientas financieras, cuyos ejes son: crédito, un fondo de garantía propio e iniciativas ligadas al financiamiento del sector privado en el mercado de capitales. La segunda área concentra políticas de asistencia técnica para ayudar a las provincias y los socios en la formulación de planes relacionados con la energía, el agua y la infraestructura”.
En el caso del sector productivo para San Luis, se jerarquizaron tres líneas: el apoyo financiero a mujeres, la línea de financiamiento verde y la línea de cadena productiva. Todas tienen como común denominador que financiarán hasta $50 millones. El plazo de devolución básico es de 48 meses con seis meses de gracia, lo cual otorga la posibilidad de que los proyectos se instalen y empiecen su sistema de repago.
La coordinadora de la Unidad Enlace Provincial (UEP) del CFI, María Eugenia Vergés, comentó: “La tasa que cobra el CFI es variable, ya que está ajustada a la tasa nominal anual (TNA) del Banco Nación. Sobre esa tasa, el CFI cobra la mitad más dos puntos. La devolución se realiza con sistema alemán, que hace que la cuota sea decreciente. Gracias a ese sistema y a la cuota variable, lo que va a ir ocurriendo es que las cuotas se van a ir haciendo sensiblemente más pequeñas con el paso del tiempo”.
En cuanto a la oficina de la web de UEP para San Luis, ya está instalada y funcionando. “Tenemos acceso a la información de la solicitud a través de un formulario. La contadora Cintia Morales y yo estamos comenzando a dar respuestas bien personalizadas a cada emprendimiento o MiPyme que se acerque a buscar financiamiento”, afirmó Vergés.
El primer paso para acceder a estas líneas de financiamiento consiste en un formulario. Los datos recabados en él, son transferidos en una planilla por los representantes del CFI para proporcionar una respuesta. “En función de la línea y el tipo de persona, ya sea persona física o persona jurídica, vamos a acompañar el relleno de un formulario con datos de la Pyme o de la MiPyme”, dijo la funcionaria.
Los requisitos para acceder a los créditos blandos son estar en el mercado formal y tener un CUIT activo. Las inscripciones estarán abiertas hasta el 31 de diciembre, que constituirá la primera etapa en la cual se analizará cuál es la demanda real que hay en función de la línea y del cupo que tiene la provincia. Luego, el CFI hará una evaluación de cómo proseguir en el 2025.
En cuanto a la comisión evaluadora, Verges especificó: “Van a haber tres temas variables: el solicitante, el monto a solicitar y la garantía, ya sea prenda, hipoteca o aval de Sociedad de Garantías Recíproca que acompañe a esa solicitud de crédito. Una vez que la persona solicita el crédito, toda la información se manda al CFI para que lleve a cabo la precalificación. En base a esa precalificación, ya tenemos los parámetros principales”.
“¿Qué puede pasar? Que alguien quiera un crédito de un monto mayor, pero que su situación financiera necesite créditos. Sería más o menos como cuando uno quiere comprar algo y la tarjeta no le da. En esos casos, hay que empezar a ver esos parámetros para ajustar la inversión o ver qué otras garantías u otros recursos lo pueden aportar para equiparar esa solicitud”, ejemplificó.
“El límite de financiación es de $50 millones, el otro límite que va a haber es el límite crédito que tenga el solicitante. Por lo tanto, hay que ir buscando el punto medio para viabilizar inversiones en un marco. No podemos olvidar que es un crédito blando porque la tasa es muy blanda. El sistema alemán trae beneficios, pero sin dudas tiene que haber una garantía y tiene que haber una posibilidad de repago, ¿No? Eso por ahí el punto que se analiza de manera individual en cada caso”, concluyó.