El Gobierno Nacional mira con preocupación el aumento de casos de los últimos días y, si bien desde el Ejecutivo el viernes pasado lanzaron un paquete de medidas, este lunes a las 18 habrá una reunión en el salón de los Científicos de Casa Rosada en la que el jefe de Ministros, Santiago Cafiero y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, junto a distintos ministros y un grupo de expertos, evaluarán posibles medidas extra para controlar una eventual saturación del sistema sanitario. Entre ellas, existiría la posibilidad de aplicar restricciones más duras durante los fines de semana para evitar más contagios. 

Esta semana se verán reflejados en los números los contagios que se dieron durante la Semana Santa y eso preocupa en Balcarce 50. De todas formas, afirman que el último DNU con medidas restrictivas tiene tan solo 72 horas de vigencia y que, por ende, habrá que esperar para ver reflejadas las consecuencias de las restricciones –una posible disminución en los casos– recién dentro de unos 15 días. 

«El lunes se trabajará en detalle en el análisis del cumplimiento de las medidas», aseguraron desde el Gobierno a este diario. Además, informaron que también participarán de la reunión la vicejefa de Gabinete, Cecila Todesca Bocco; la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; la ministra de Seguridad, Sabina Frederic; los ministros del Interior, Eduardo de Pedro, y de Desarrollo Social, Daniel Arroyo y los asesores presidenciales Alejandro Grimson, Ricardo Forster y Cecilia Nicolini.

El presidente Alberto Fernández, en tanto, sigue aislado en la Quinta de Olivos, y continúa recuperándose de un cuadro leve de coronavirus. El mandatario está en constante comunicación con sus funcionarios y particularmente con la ministra de Salud y el Jefe de Gabinete, con quienes analiza a diario la situación sanitaria. Por ese motivo, este lunes ambos ministros analizarán distintos escenarios, según la aceleración de los contagios y los eventuales resultados de las medidas que ya fueron tomadas.

La situación se complejiza fundamentalmente en la zona del AMBA, donde los casos este domingo fueron de 7696 en Provincia y 2691 en CABA. El Gobierno Nacional, dadas las circunstancias, insiste en «dejar de lado las diferencias políticas» y recuperar la estrategia de trabajo conjunto que se llevó a cabo en buena parte del 2020. En esa línea y por orden del Presidente, el ministro de Pedro y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, la semana pasada convocaron a la oposición a formar parte de una comisión para el seguimiento de la pandemia. 

El problema principal es que el gobierno porteño y el bonaerense tienen miradas disímiles acerca de cómo controlar el aumento de casos. Mientras que en las reuniones que se llevaron a cabo para elaborar el DNU que se publicó el pasado viernes, desde provincia insistían con un confinamiento más duro y mayores restricciones, desde Ciudad insistieron para que prácticamente no haya cierre de actividades.

En lo que no pueden dejar de coincidir, es en que la situación es preocupante. El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, aseguró que la ocupación de camas de terapia intensiva de la provincia se encuentra «como en el peor momento del año pasado» y que, a este ritmo, «puede colapsar el sistema muy pronto». El vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, también admitió que en Ciudad «la ocupación en terapia intensiva subió» y que la situación debe evaluarse «minuto a minuto, ya que estamos en una segunda ola muy fuerte».