El sector mayoritario del bloque aceptó el pedido de sus gobernadores para darle tiempo al Gobierno a que cumpla con los acuerdos pactados por su apoyo a ley bases y su paquete fiscal. Cuestionamientos de los sectores de Evolución y Manes, sumado a las críticas de UxP y el FIT.
La decisión del bloque de diputados radicales de pedir la suspensión de la sesión que su misma bancada había solicitado para tratar proyectos que garanticen el financiamiento de las universidades nacionales y la continuidad del Fondo Nacional de Incentivo Docente, desató la crítica de quienes iban a acompañar la convocatoria y dejó al descubierto la crisis que hace crujir la unidad de la UCR en la Cámara baja. La jugada responde a una maniobra de los gobernadores radicales y macristas para postergar ese debate y darle aire al Gobierno para que atraviese sin escollos la convocatoria al Pacto de Mayo (del 9 de Julio), mientras esperan que su actitud colaboracionista le retribuya algún beneficio a sus provincias en medio del ahogo al que las somete la propia política económica de Javier Milei.
El pedido de suspensión fue solicitado por el jefe del bloque de la UCR, Rodrigo de Loredo, al presidente de la Cámara baja, el libertario Martín Menem, quien lo aceptó sin que antes haya cumplido con su obligación de convocar a la sesión. La prórroga obedeció a una solicitud que los gobernadores radicales que le solicitaron a su tropa legislativa, darle tiempo al gobierno y no enfrentarlo con temas que lo incomodan a la espera de ver si cumple con los acuerdos pactados a cambio del respaldo parlamentario para la sanción definitiva de la ley Bases y su pacto fiscal.
Nadie en la conducción del bloque radical justificó públicamente la decisión, aunque dejaron trascender el pedido de sus gobernadores. Por lo bajo sostienen que la medida se tomó en forma mayoritaria, aunque prefieren apaciguar las duras críticas que vertieron los diputados pertenecientes a Evolución Radical e identificados con la conducción partidaria que encabeza el senador porteño Martín Lousteau y de quienes se encolumnan con el diputado Facundo Manes.
Desde los sectores disidentes surgieron las únicas voces que trataron de dar una explicación a la decisión mayoritaria de sus correligionarios. “Aquellos que estamos comprometidos con el tema no vamos a dejar de hacerlo y de volver a pedir sesiones especiales y demás porque me parece que trasciende a los partidos políticos, es un tema mas transversal”, sostuvo la diputada Danya Tavela (Evolución) en declaraciones a Radio Con Vos y aclaró: “Entiendo que algunos en distintas circunstancias se puedan ver mas afectados y que los propios gobernadores hayan pedido esta situación para pasar el acto del 9 de julio y ver como se acomodaban las cuentas fiscales a partir de la reglamentación de Ganancias y demás, pero llegará el momento de abordarlo en estas próximas semanas”.
El diputado radical Pablo Juliano también manifestó ante su preocupación por la postergación del tratamiento del FONID: “Dentro del grupo que nos referenciamos en Facundo Manes estamos muy preocupados por lo del Fonid y entendemos que esa discusión no puede nunca caer en la discusión de las miradas de los partidos y de la conveniencia chiquita. Entendemos que hay que seguir muy de cerca la atención salarial de nuestros maestros. Facundo dijo durante toda la campaña que un maestro tiene que volver a ocupar el rol central de la discusión política, nunca vamos a especular sobre la conveniencia política partidaria de estos temas que son tan sensibles a los docentes, en nuestro caso de la provincia de Buenos Aires”.
Los gobernadores radicales habrían dicho a los diputados que preferían que el Fonid se transformara en transferencias automáticas, para poner disponer su utilización en distintos conceptos. Alguno expuso que el proyecto tal como estaba formulado terminaría favoreciendo al gobernador bonaerense Axel Kicillof.
Los sectores disidentes de la UCR igual se apoyan en las opiniones de rectores universitarios con lazos partidarios. Ellos le manifestaron a sus diputados que los fondos para el funcionamiento (que propone el proyecto) estarían garantizados hasta fin de año y que su preocupación está centrada en la paritaria docente y no docente de las universidades, cuyos salarios representan el 90 por ciento de sus presupuestos. Argumentaron, que de acuerdo a la postura que asuma el Gobierno para ceder o no esos recursos, habría que modificar el texto y el objetivo de la iniciativa.
De todas maneras, desde otros bloques políticos que estaban dispuestos a acompañar la frustrada sesión surgieron críticas a la postura de la UCR. El diputado santafesino Eduardo Toniolli (UP) posteó en la red social X una foto del recinto de la Cámara baja vacía junto a un texto en el que expresa: “Así está el recinto de @DiputadosAR a esta hora. Hoy, en una sesión convocada por la UCR, íbamos a discutir el financiamiento de las universidades. No pudo ser, el bloque convocante bajó la sesión, negociando en la Rosada lo que la comunidad universitaria ganó en la calle”.
“Suspenden la sesión del 3 de julio. ¿Por qué aquellos que la solicitaron no desean llevarla a cabo? La educación y las leyes que protegen el financiamiento educativo no pueden postergarse. La alfabetización, la enseñanza, la inclusión y la calidad educativa requieren un mayor presupuesto, eso es lo que debemos garantizar desde el Congreso”, resaltó la entrerriana Blanca Osuna (UP).
“Para este 3 de julio estaba convocada una sesión especial para tratar los dictámenes de financiamiento universitario y el FONID. Hoy la UCR levantó la convocatoria. Una vergüenza. Muy rápidos para votarle la Ley Bases a Milei, pero le dan la espalda a las necesidades de las universidades y de la docencia a la que este gobierno recortó sus ingresos”, posteó el diputado Christian Castillo (FIT-PTS).