Los reclamos por el pésimo andar de la red provincial de WiFi, tanto 2.0 como 3.0, vienen de toda la provincia.
Merlo hace unos días, estuvo totalmente sin el servicio de la red, son numerosos los usuarios que aún tienen dificultades con su conectividad. En algunos casos indican que la señal es intermitente, en otros es directamente nula por lo que hace imposible la navegación en red y el cumplimiento con las necesidades básicas en tiempos de cuarentena.
En tanto en Juana Koslay, el promedio de velocidad ha sido entre los 0.02 mbs y 1.5 mbs, lo que dificultó el trabajo a distancias, y las plataformas de educación. Y esta relación de la velocidad del servicio provincial se replica en toda la provincia.
Desde el gobierno afirma que la red anda en perfectas condiciones y se cumple la demanda, pero la realidad deja en claro que esto es solo un relato, y como si esto fuera poco, las empresas privadas, no escapan a la realidad a la falta de inversiones en sus plantas de trabajo se le suma el impedimento de realizar reclamos, altas y cambios de domicilio por la pandemia, todo esto deja preso a los usuarios de 3 empresas privadas y la red provincial.