Un hombre de 26 años fue condenado este lunes a seis años de prisión por ser autor de los delitos de abuso sexual con acceso carnal, desobediencia a una orden judicial y lesiones leves doblemente calificadas por el vínculo de pareja y por media violencia de género (todo en concurso real), en perjuicio de su pareja. La decisión fue votada de forma unánime por la Cámara Cámara N° 1 Penal Residual de la ciudad de San Luis, integrada por su presidente, José Luis Flores, y las vocalías de Jorge Sabaini Zapata y María Eugenia Zabala Chacur.
El hecho que se investigó fue denunciado el 27 de marzo de 2021 por la damnificada. En esa oportunidad, la mujer de 24 años dijo que su ex pareja había llegado a su casa del Barrio José Hernández pese a tener una restricción de acercamiento y la había obligado a mantener relaciones sexuales, y que cuando accionó el Botón de Alerta Temprana para llamar a la policía le quitó el celular y comenzó a golpearla. El hombre fue detenido y tiempo después se le dictó la prisión preventiva.
Durante el debate oral, la mujer dijo que todo lo que había denunciado era mentira. La víctima declaró en la primera y en la última audiencia celebrada este lunes. En ambas intervenciones sostuvo que su pareja es inocente y que ella había mentido cuando lo denunció. También dijo que en su momento, había sufrido presiones de dos funcionarias, una judicial y otra provincial, para seguir con la denuncia y que, a posteriori, mantuvo relaciones sexuales consentidas con el agresor.
En su primera declaración, el 13 de octubre, la mujer dijo que mantenía relaciones sexuales “salvajes” con su pareja y que las marcas en el cuerpo no eran hematomas sino “chupones”. El informe médico determinó once lesiones leves en su cuerpo y un hematoma (equimosis) en sus genitales.
La joven de 24 años declaró además que espera un hijo del ahora condenado, a quien visitó a lo largo del año y ocho meses que permaneció alojado en el Servicio Penitenciario antes del inicio del juicio.
El pedido de la fiscalía
Esteban Roche y María Fernanda del Cerro fueron los representantes del Ministerio Público Fiscal. Roche, en su alegato, pidió que el tribunal tenga en cuenta la perspectiva de género a la hora de emitir el fallo.
“La víctima sufrió violencia durante mucho tiempo. Imagínense la presión que tiene ella, está en un extremo grado de vulnerabilidad. Es madre soltera de dos hijos, sin un trabajo estable, sin el acompañamiento de su familia. No me sorprende que se haya retractado, sino que haya demorado tanto tiempo en hacerlo. Las retractaciones en estos casos suelen ser frecuentes y de acuerdo a las pericias psicológicas, la víctima es una persona influenciable y permeable”, dijo en su alegación.
El representante del Ministerio Público Fiscal describió que hubo tres hechos que resumieron la conducta del imputado el día de la denuncia. “El 27 de marzo, entre las dos y tres de la madrugada, el acusado llegó al Barrio José Hernández a sabiendas que tenía una restricción. Valiéndose de su superioridad, la forzó a la víctima a tener relaciones sexuales. Luego, como tercer hecho, el imputado discutió con la víctima y le provocó 11 lesiones para que no active el botón antipánico. La policía vino dos veces, en la segunda vio a la víctima tirada en el piso y al agresor saliendo”. La fiscalía solicitó una pena de ocho años de prisión.
El alegato del abogado de la damnificada
Marcelo Escudero Gauna, abogado de la denunciante, dijo que actuaba “bajo expresas indicaciones de su defendida” y le solicitó al tribunal que tenga en cuenta “que la acusación de los delitos no estuvo fundada en la verdad”.
La defensa del imputado pidió la absolución
Los abogados del imputado, Guillermo Levingston y Emanuel Correa Otazú, solicitaron la absolución de su defendido. “No hubo violencia de género, no existieron las lesiones; sí hubo un deseo amatorio y si a ellos le gusta tener sexo salvaje a partir de ese deseo amatorio no hay nada ilegal. No hubo lesiones como lo manifestó el Ministerio Fiscal. La desobediencia judicial fue a raíz de un llamado de la víctima. Mi defendido fue, sí, pero porque lo esperaban con los brazos abiertos. No hubo violencia de género de ninguna naturaleza”, dijo Levingston.