Con los números ajustados, el Frente de Todos prefirió no arriesgar en el Senado. La sesión que en principio se preveía para hoy –a pesar que no había sido confirmada oficialmente— y en la que se iba a tratar el dictamen del oficialismo para modificar el número de miembros de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) finalmente se postergó aunque sin fecha. La decisión la habrían adoptado los distintos bloques ante los “problemas de salud y de transporte” de algunos senadores que no garantizaban la presencia plena de los legisladores en el recinto en un debate que presagia un final ajustado. Aunque la postergación también está vinculada a la postura asumida por el senador puntano Adolfo Rodríguez Saá –que no avala el proyecto impulsado por los gobernadores del peronismo que propone elevar a 25 los integrantes de la CSJ— y sin cuyo voto fracasaría la iniciativa del oficialismo.
Todo estaba dispuesto para que el proyecto que modifica la composición de la CSJ llegara al recinto de la Cámara alta esta semana. Tras la firma del dictamen que el oficialismo dio la semana pasada la iniciativa impulsada por 16 gobernadores peronistas, durante el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales, en el interbloque del FdT afirmaron que impulsarían la sesión para tratarlo esta semana. La fecha tentativa era hoy, pero la confirmación de la convocatoria de la presidencia del Senado nunca se formalizó.
El FdT, incluso realizó algunas modificaciones al texto que llevaron y defendieron los gobernadores ante la Cámara alta en un intento por conseguir las manos necesarias entre los aliados para garantizar su aprobación. Entre ellas la incorporación de la paridad de género entre los integrantes del máximo tribunal, que el texto original de los mandatarios del PJ no contemplaba.
La incorporación que propusieron los representantes del interbloque del FdT –José Mayans (Frente Nacional y Popular) y Anabel Fernández Sagasti (Unidad Ciudadana)– establece en el primer artículo que la Corte Suprema de Justicia de la Nación «estará compuesta por veinticinco (25) jueces y juezas» y que «a efectos de asegurar la diversidad de género» podrá «integrarse por hasta trece (13) jueces o juezas del mismo género».
La modificación hacía prever que sumaría el apoyo de unos pocos aliados como la riojana María Clara del Valle Vega (Hay Futuro Argentina) que había presentado un proyecto en ese mismo sentido aunque sin modificar la actual estructura de la Corte Suprema. Lo mismo que el senador y exgobernador rionegrino Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro), cuyo proyecto también sostiene la paridad de género pero considera una integración de 16 miembros de la Corte, pero con una impronta federal con la incorporación de jueces provenientes de cuatro regiones que se dividirían en Buenos Aires y Caba; las provincias del Norte, del Centro del país y La Patagonia. Una iniciativa que en principio logró el respaldo del FdT.
Con números ajustados, la resistencia provino desde el interior del interbloque oficialista. Adolfo Rodríguez Saá no está de acuerdo con el proyecto de los gobernadores y así se lo hizo saber a sus compañeros de bancada que lo impulsan. “Adolfo no comparte el proyecto y su postura es irreductible”, afirmaron ayer desde el entorno del senador puntano. “Comparte totalmente lo de la paridad de género y lo de la impronta federal, pero no la integración que se propone”, agregaron ante la consulta de este diario.
Rodríguez Saá fue uno de los primeros en plantear la necesidad de modificar la integración de la Corte y lo expuso en su propio proyecto. Allí el senador por San Luis propone elevar de cinco a nueve los miembros de la Corte. “Ampliar el número de integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y garantizar una representación respetuosa de la igualdad de género, del federalismo y de la real igualdad de oportunidades de los profesionales del derecho de las distintas regiones de nuestro país”, dice en sus fundamentos. Pero no coincide en el número ni que cada provincia tenga su propio representante en el máximo tribunal.
Sin los votos necesarios garantizados, el FdT prefirió postergar la sesión y no exponerse a un posible tropiezo. La explicación desde el oficialismo fue que «los bloques decidieron la postergación por problemas de salud y de transporte» de algunos senadores. El senador chaqueño José Antonio Rodas (FdT), que tampoco participó de la sesión pasada estuvo internado hasta ayer por Covid, a lo que se sumó problemas de salud de la oficialista sanjuanina Cristina López Valverde. Ausencias importantes a la hora de votar, aunque la mirada ahora está concentrada en la resistencia de Rodríguez Saá, cuyo voto es decisivo para alcanzar la media sanción.