El desempeño del actual ministro de Gobierno, Justicia y Culto, Fabián Filomena ha quedado muy por debajo de la expectativa para ese cargo.
Su cartera ha cometido no menos de cinco yerros que le han costado al Gobierno provincial dolores de cabeza y fuertes cuestionamientos tanto en el ámbito político como a los ojos de la sociedad en general, todo un dato en tiempos en que los mortales tienen otras preocupaciones más acuciantes que las intrigas políticas.
El desmanejo que tuvo en el desarrollo y desenlace de la propuesta del vicegobernador, Eduardo Gastón Ramón Mones Ruiz como juez del máximo tribunal de justicia puntano quedó evidenciado en la manera en que se enteró del rechazo: mientras participaba de un acto en el mismo momento en que el vicegobernador decía No en el Senado.
La noticia política del año traspasó las barreras del círculo rojo, despertó la curiosidad de la sociedad en general y generó un profundo rechazo al dejar al descubierto el desprecio institucional con el que se mueve el Gobierno.
Algo similar se percibe por estas horas con el bochorno protagonizado por 29 de los 30 aspirantes a cubrir cargos como fiscales y defensores de la Justicia, la mayoría de los cuales tiene aceitados vínculos en ese ministerio y/o trabajan en Terrazas del Portezuelo.
Sólo uno de esos 30 aprobó el examen, 18 ni siquiera se presentaron a rendir y los 11 restantes fueron declarados no recomendables por la Comisión Técnica Evaluadora designada por el Consejo de la Magistratura.
También los Senadores oficialistas deberían revisar los procedimientos vigentes, que les hicieron dar conformidad para ocupar esos cargos a ese grupo de profesionales de dudosa idoneidad, a juzgar por los resultados de esas evaluaciones. Primero dan conformidad, y luego se los reprueba en un examen.
Está escrito su nombre en la memoria política de San Luis, por las salidas del máximo Tribunal de Justicia de los jueces Carlos Cobo y Martha Corvalán. Esa gestión tuvo otra firma al pie: la del entonces amigo, el vicegobernador Mones Ruiz. Esos ex jueces reportan hoy como asesores del ministerio de Gobierno.
Fue también Filomena quien negoció los acuerdos electorales incumplidos y fallidos, que le valieron al gobierno -amén de su raquítica gestión- dos derrotas electorales en sólo 60 días.
Sin jefe de Gabinete en el gobierno, Filomena queda expuesto al no intervenir para evitar que la ministra de Educación, Eugenia Cantaloube camine hacia el precipicio en una paritaria docente tan inédita como inaudita en su concepción.
Los intendentes dieron también un contundente mensaje al rechazar el desprecio con el que son tratados: al fin levantaron la voz para decir que no los inviten más a reuniones en las que sólo utilizan su presencia para una fotografía publicitaria en los medios oficiales. Si no hay voluntad de escuchar y una verdadera vocación para resolver los problemas, prefieren no ser más convocados a esos encuentros inservibles.