Empezaba a caer la noche sobre San Martín cuando Eva “Higui” de Jesús escuchó que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 la absolvía por el delito de “homicidio simple”, del que fue acusada tras defenderse de una violación grupal, en 2016, en Bella Vista. 

Minutos después, la flamante absuelta, de 47 años, salió a la calle, donde la esperaban cientos de personas que se habían citado a las apuradas, cuando trascendió que la tramitación del juicio se había acelerado y el veredicto estaría hoy, en lugar de, como estaba previsto, el martes 22 de marzo.

“Fue gracias a toda la fuerza, el cariño, la sabiduría, la protección, el respeto que ustedes claramente tuvieron”, dijo Higui minutos después de que la Justicia la absolviera por matar a un hombre en su intento de defenderse de una violación grupal. Sostenía una pelota de fútbol con la izquierda, un micrófono con la derecha y alrededor una multitud de activistas coreaba su nombre.“¡Vamoooo’, Higui, bravo!”, celebraban las voces la libertad recién recuperada, y entonces siguió.

“Gracias, y vamos a seguir peleando. Por esto, por la defensa, guachas, guaches”, alcanzó a decir antes de que la volvieran a interrumpirla los aplausos, los bravos, los vivas. “Vamos a sacar las pibas, vamos a sacar las las chicas trans, los chicos gays de la cárcel, vamos. Nos necesitan. ¿Dónde está Tehuel?”, preguntó, y la frase se volvió eco antes de que ella retomara: “Justicia, justicia para todas las pibas trans. ¡Los chicos trans que están injustamente (en la cárcel), los chicos de barrio, gatillo fácil, que aparezcan los nietos! ¡Basta, basta, bastaaaa!”. 

El nombre de Higui y el de Tehuel, el joven trans desaparecido hace poco más de un año y por quien la Justicia investiga un posible crimen de odio, llenaron el aire, en un festejo que tuvo mucho de reclamo en medio de la celebración. El clima se replicó en las redes sociales, con palabras de activistas y organismos de DDHH nacionales e internacionales, entre otres. «Finalmente y luego de un proceso largo y doloroso, absolución para Higui. Se defendió de la violencia machista y así lo reconoció el Poder Judicial”, definió también la ministra de las Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta.

Una jornada extensa e imprevisible

La decisión sobrevino tras más de tres horas de audiencia, y con anticipación al cronograma previsto inicialmente, según el cual la decisión del tribunal se esperaba recién para la semana próxima. Durante la jornada, los jueces Gustavo Varvello, Germán Saint Martin y Julián Descalzo tras escuchar las palabras de cuatro testigos (una policía y tres peritos) y de la propia Higui, que pidió hacer uso de su derecho a decir unas últimas palabras antes de la decisión del tribunal, adelantaron la tramitación. 

La decisión se comunicó velozmente en el boca en boca que construyen las redes sociales, por donde activistas y organizaciones convocaron a quienes pudieran acercarse, a estar presentes a las puertas del TOC de San Martín, en avenida Balbín al 1700.

Antes de los alegatos, uno de los testimonios brindados ante el tribunal respaldó fuertemente el pedido de absolución de la defensa de la acusada: el de la mujer policía que asistió a Higui en el lugar de los hechos y en la comisaría donde fue detenida después de defenderse.

«Quería declarar, tenía muchas ganas de hacerlo. Me siento mejor», dijo la policía a la agencia de la asociación civil Presentes, luego de hablar casi una hora ante los jueces y referir su versión de los hechos de una manera que diversos testigos presentes en la sala calificaron como «muy clara”. «Esa policía dijo que estaba muy golpeada y que iban a cada rato a la celda a verla para que no convulsionara o para chequear que no estuviera quebrada. Eso es muy importante porque convalida el relato de Higui», dijeron las fuentes.

La última testimonial del día se llevó adelante por videollamada y estuvo a cargo del psiquiatra Enrique Stola, conocido por su militancia antipatriarcal y por haber sido el psiquiatra de los dos jóvenes que denunciaron por abuso (y lograron la condena) del cura Julio César Grassi. “Hice una fundamentación sobre el estrés post traumático, en tanto peritos oficiales como de parte coincidieron en la existencia de estrés post traumático en Higui», explicó Stola. 

«Creo que la Fiscalía quería demostrar que esto era producto de diferentes eventos traumáticos que tuvo Higui a lo largo de su vida y no por este ataque en particular, pero lo que yo señalé es que si bien es cierto que todos han producido estrés post traumático, la sintomatología al momento de la evaluación tenía que ver con el último porque los flashbacks, las escenas que se le aparecían, las angustias, pesadillas todo estaba relacionado con el momento del ataque», agregó.

Testimonios y activismos

Durante las audiencias del proceso, declararon siete amigos y familiares de Cristian Espósito (28) –el hombre fallecido-, incluyendo al otro atacante de Higui, quien aseguró que Higui lo había apuñalado por la espalda, algo que los peritajes desmienten.

A pedido de la defensa, testimoniaron la abogada Claudia Spatacco, su psicóloga Raquel Disenfeld, sus hermanas Taty y Mariana, una vecina y Stola.

En la audiencia estuvieron la directora de protección del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, Romina Chiesa; la veedora del Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, Indiana Guereño; la militante de la organización lésbica Las Safinas Viviana Figueroa, y psicóloga de Higui, Raquel Disenfeld.

Un caso emblemático para la autodefensa

Eva «Higui» de Jesús, de 47 años, más conocida por el apodo que se ganó por sus dotes de arquera, llegó al banquillo acusada del «homicidio simple» de Cristian Espósito, uno de los tres protagonistas de un intento de ataque sexual que nunca fue investigado como tal a pesar de que ella fue encontrada desvanecida en el lugar de la agresión, con traumatismos en diferentes partes del cuerpo, el pantalón y la ropa interior rotos.

El hecho ocurrió el 16 de octubre de 2016 en Lomas de Mariló, un barrio vulnerable de Bella Vista donde Higui había ido visitar a su hermana por el Día de la Madre. Detenida de inmediato, ella no se enteraría hasta el otro día que el puntazo que le había asestado en el abdomen al hombre que se le tiró encima al grito de «te voy a hacer sentir mujer, forra lesbiana», le había ocasionado la muerte.

Tras ocho meses presa, la Cámara de Apelaciones de San Martín le concedió la excarcelación extraordinaria gracias a una fuerte movilización para exigir su libertad.

El martes comenzó el juicio contra la futbolista en la Sala C del Tribunal Oral N°7 de San Martín, y que, en principio, estaba previsto que se desarrollara en las jornadas del 15, 16, 17 y 22 de marzo.

Sin embargo, luego de tres días de debate, los jueces German Saint Martín, Gustavo Varvello y Julián Descalzo decidieron su absolución.