El presidente Alberto Fernández anunció la compra de 25 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik contra el coronavirus. El director del Fondo de Inversiones Directas de Rusia (FiDR), Kiril Dmítriev, aseguró que ya hay comprometidas 200 millones de dosis para América latina.
Dmítriev resaltó el hecho de que Sputnik-V usa adenovirus humanos, lo que la convierte en una “vacuna orgánica”, esto la haría “más segura” que otras vacunas contra el coronavirus que están basadas en en vectores de adenovirus de mono o ARNm, que «están poco estudiados».
«Es una vacuna que vivió en nuestros antepasados 100.000 años. Cuando entendieron lo que diferencia nuestro enfoque, vimos un gran interés por parte de los países latinoamericanos», destacó y señaló que incluso la revista científica The Lancet publicó que la Sputnik-v no tiene «efectos secundarios» y genera un nivel inmunológico «muy alto».
Cómo funciona la vacuna
Un respaldo desde Londres
El renombrado cirujano y profesor en la Escuela Imperial de Londres Nadey Hakim analizó Sputnik V, la vacuna desarrollada en Rusia contra el COVID-19. El médico, quien participó en la reciente conferencia internacional sobre la vacuna rusa, brindó sus conclusiones acerca del preparado en una columna en ICN Diario.
Tras revisar los datos presentados con respecto a la vacuna rusa, Hakim aseguró que “está claro que los resultados de los ensayos clínicos de la vacuna Sputnik V han demostrado ser eficaces“. El especialista consideró que no hay dudas de que Sputnik V debe ser parte de la diversa cartera de vacunas que construirán los países para combatir el coronavirus.
«El hecho de que Sputnik V tenga esta prueba concluyente, mientras utiliza una plataforma probada, basada en vectores adenovirales humanos y un esquema avanzado de vacunación de refuerzo a través de dos adenovirus diferentes, la hace aún más impresionante. Yo también he visitado Rusia y he visto de primera mano el destacado trabajo que ha realizado el país en los campos de la ciencia y la medicina”, agregó el cirujano.
El médico destacó la importancia de la cooperación entre múltiples países y productores diferentes para tener éxito en la lucha contra la enfermedad que ya ha quitado más de 1,1 millones de vidas en el mundo.
Hakim, además, criticó duramente la posición de algunos medios respecto a la vacuna producida por el Instituto Gamaleya. El académico también consideró alentadores los acuerdos entre Rusia con varios países, en particular los de América del Sur, para la producción local de Sputnik V.
La vacuna rusa consta de dos componentes: el primero se basa en el adenovirus humano tipo 5, y el segundo, en el adenovirus humano recombinante del tipo 26. El preparado se administra dos veces, en un intervalo de 21 días. Sputnik V pasó dos fases de pruebas y la tercera y definitiva se lleva a cabo actualmente.