San Luis (LaNoticia) 17-10-17. Son muchos los familiares que se comunicaron con este medio para denunciar mediáticamente lo que están sufriendo en esta clínica privada.
Se trata de una clínica con nombre de pico cordillerano mendocino, en la cual según aseguran estos familiares de internos afiliados al PAMI, “no hay equipo médico, no hay enfermeros, no se hace la higiene correspondiente, los baños funcionan mal y el retiro de residuos es preocupante, pero sobre todo la mala atención a los pacientes que tienen PAMI”, nos señalaron. Los familiares se preguntan si desde el PAMI hacen controles o se lavan las manos.
“Las camas son extremadamente cortas y están pegadas a la pared de un lado, con lo cual es imposible cambiar de suero el brazo, por ejemplo”, nos dijo uno de los enfurecidos familiares, pero como si eso fuera poco, nos aseguró que “hay una enfermera para 24 pacientes en un lugar y en otro, que sería VIP, una cada 22”, con lo cual prácticamente no pueden atender como es debido a cada paciente y “si te quejás, te dicen que el familiar tiene que ayudar con el cuidado del paciente, como si nosotros hubiéramos estudiado para ser enfermeros”.
Respecto de la atención médica, aseguran que “no hay un equipo médico interdisciplinario que atiendan a los pacientes, y por ejemplo en este fin de semana largo no vino ni un solo médico a ver a mi familiar”.
Al parecer, el propietario o encargado de la clínica les habría dicho a los parientes de los pacientes que el PAMI paga muy poco por cada afiliado que atienden y que por eso no se les puede dar una mejor atención, lo que demostraría abiertamente que para los responsables de esta clínica la salud es un mero negocio, aunque pequemos de inocentes al señalar esto.
Higiene
Sobre la higiene, o lo que debería ser higiene en este tipo de instituciones, nos aseguran que “en el baño hay un tacho de basura con una bolsa negra, cuando vienen a retirarla, vuelcan la basura en otra bolsa y dejan en el baño la negra, lo que representa una falta total de conciencia de la higiene”, pero al parecer esto no sería lo único, puesto que “limpian, si se puede llamar limpiar, los pisos con un lampazo en lugar de hacerlo con los productos con los que se tiene que higienizar una clínica de salud y encima al lampazo lo dejan en el pasillo como si fuera un hotel o un resto en lugar de ser un lugar destinado a la salud pública”.
Pero todavía falta, porque al parecer “no hay mucamas o son pocas, porque hemos visto cómo son las enfermeras las que tienen que pasar el lampazo”.
¿Quién se hace cargo?
Dice el saber popular que muchas veces `la culpa no es del chancho, sino del que le da de comer´ y en este caso se aplica perfectamente, porque la gran pregunta sería ¿Qué hacen los funcionarios del PAMI que no observan estas cosas y les pagamos sus haberes con nuestros impuestos, precisamente para que hagan su trabajo?
¿Hasta cuándo desde el PAMI se va a `proteger´ a estos empresarios que lucran con la salud de la población? ¿Hay coimas en el medio o simple negligencia?
Carlos Rubén Capella
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