El pescador la guardó durante toda una década sin conocer el valor económico que representaba. La guardó como su amuleto de la suerte.
Hace 10 años, un pescador encontró una perla que pesa 34 kilos, valorada en más de 100 millones de dólares y, desconociendo el valor económico que representa la joya, el hombre prefirió conservarla como amuleto de la buena suerte.
Actualmente la situación cambió, el hombre se vio obligado a entregar la perla a la Oficina de Turismo de Puerto Princesa, provincia de Palawan en Filipinas, debido a un incendio que consumió su vivienda.
El pescador tenía su tesoro guardado debajo de la cama y ante la necesidad de deshacerse de algunos objetos decidió entregarla al Estado.
La oficial de turismo, Aileen Cynthia Amurao contó que el pescador –de quien no se ha revelado su identidad- tiró el ancla hacia el mar y se quedó atascado en una roca durante una tormenta. «Fue en ese momento cuando el pescador decidió sumergirse para levantar el ancla y se encontró con la perla».
«Él no sabía lo mucho que valía la pena y lo mantuvo escondido en su casa como un simple amuleto de buena suerte. Nos quedamos sorprendidos cuando nos lo llevó», expresó.
Amurao manifestó que actualmente están solicitando la ayuda de gemólogos para certificar plenamente la perla y que sea autenticada por el Instituto Gemólogo y otras autoridades internacionales. De confirmarse su legitimidad, la perla se convertiría en la más grande del mundo.
«Creemos que Puerto Princesa probablemente se gane otro título de prestigio y un interruptor récord de tener la mayor perla gigante natural del mundo a partir de una almeja gigante», acotó la funcionaria.