Gracias al llamado de los vecinos, la policía logró rescatar a la mujer de 70 años, dormía sobre una tabla de madera y se cubría con una sábana. El hijo de la mujer fue detenido.
El hecho ocurrió en la localidad rionegrina de Cipolletti. La mujer de unos 70 años estaba encerrada en un conteiner de madera sin agua ni comida. Una vecina la encontró comiendo pasto. «Tengo hambre», le dijo la anciana y la mujer comenzó a turnarse con otros vecinos para alimentarla y darle abrigo durante unos días.
«Su hijo la dejaba encerrada con candado cuando se iba a trabajar. No le cocinaba, ni le dejaba un fósforo para que lo hiciera; y está sin bañarse hace tiempo. Ni ropa tiene para cambiarse. Vivía descalza, porque las uñas de sus pies están muy largas; y su cabecita parece un nido de pájaros», contó Ana, la vecina que la vio por primera vez.
«Tuvimos que tirarle la comida por arriba de los bines, como si fuera un animal», contó. Los vecinos esperaron diez días hasta hacer la denuncia. El hijo de la mujer hasta ese momento no había aparecido.
El sábado pasado, los vecinos se animaron a romper el candado y llamar a la policía. Cerca de 50 vecinos se atrincheraron en el lugar a la espera del hijo de la mujer quien llegó desde un taxi y comenzó a discutir con los vecinos. Los efectivos presentes se lo llevaron detenido.