El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que la incursión de aviones de guerra rusos sobre Turquía el pasado fin de semana «no parece un accidente», mientras que el gobierno turco presentó una queja diplomática a Moscú por una segunda violación de su espacio soberano en tres días.
Rusia, que en los últimos días realizó numerosos bombardeos aéreos contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Siria, admitió que uno de sus aviones violó el espacio aéreo de Turquía el sábado pasado, y el gobierno turco afirmó que Moscú le comunicó que había sido un «error» y que no volvería a suceder.
Ayer, el gobierno de Turquía denunció que el domingo también se registró una incursión aérea por parte de aviones militares rusos, por lo que el Ministerio de Relaciones Exteriores turco citó al embajador de Moscú por segundo día consecutivo para pedir explicaciones y presentar una nueva protesta.
«Protestamos de forma contundente y dijimos que este incidente no debería repetirse ya que, en caso contrario, Rusia tendría la responsabilidad de lo que pudiera suceder», indicaron funcionarios turcos que pidieron no ser identificados, citados por la agencia de noticias EFE.
Al mismo tiempo, el Ministerio de Defensa turco convocó al agregado militar de Rusia en Turquía.
Durante el encuentro, funcionarios turcos lo «invitaron a considerar la posible constitución de un grupo conjunto de trabajo entre los Ministerios de Defensa» de Moscú y de Ankara, informó el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov.
El objetivo del grupo sería «coordinar acciones y evitar posibles incidentes vinculados a la misión aérea rusa contra el EI en Siria», agregó el militar a la agencia de noticias TASS.
Moscú ha proclamado insistentemente desde el inicio de sus operaciones en Siria la necesidad de establecer un grupo de coordinación de ese tipo, no sólo con Turquía sino con todos los integrantes de la coalición que, liderada por Estados Unidos, opera contra el EI en Siria sin permiso del gobierno de Damasco.
En Bruselas durante una reunión de la OTAN, Stoltenberg insistió, tal como había hecho el lunes, en que las violaciones del espacio aéreo turco por parte de Rusia habían sido dos -la del sábado y otra el domingo- y afirmó que «no parecen accidentales», tal como argumentó Moscú.
«Hubo dos violaciones (del espacio aéreo) durante el fin de semana», dijo Stoltenberg durante una conferencia de prensa, e indicó además que esas violaciones duraron «mucho tiempo» y reiteró que se trata de una actuación «inaceptable».
En ese marco de creciente tensión, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió a Rusia que perderá mucho si destruye su amistad con Ankara, y dijo que su país no se quedará de brazos cruzados si se repiten las incursiones aéreas rusas sobre territorio turco.
«Un ataque contra Turquía significa un ataque contra la OTAN», dijo Erdogan durante un encuentro con periodistas realizado en Bruselas, junto al primer ministro de Bélgica, Charles Michel.
«Nuestra relación positiva con Rusia es bien conocida, pero si Moscú pierde a un amigo como Turquía, con quien ha estado cooperando en muchas cuestiones, perderá mucho, y debería saberlo», agregó el presidente turco.
También ayer, las Fuerzas Armadas de Turquía informaron de un nuevo caso de acoso por parte de un cazabombardero Mig 29 no identificado sobre aviones turcos en la frontera con Siria, similar a otro ocurrido el domingo.
«Un avión Mig-29 de nacionalidad indeterminada enfocó durante un total de 4 minutos y 30 segundos su radar (de disparo)», sobre los aparatos turcos, señalaron las Fuerzas Armadas de Turquía en un comunicado en el que se especifica que el incidente ocurrió el lunes.
El incidente se produjo durante un vuelo de patrulla de ocho cazas turcos de tipo F-16 a lo largo de la frontera sirio-turca, aunque la breve nota hecha pública en la web del Estado Mayor turco no especifica la región.
Además, «un sistema de misiles basado en Siria realizó acoso por radar durante un total de 4 minutos y 15 segundos», concluyó ese comunicado.
El pasado domingo, un Mig-29 de adscripción no determinada había acosado con su radar a una patrulla aérea turca.
En Bruselas, Stoltelnberg reiteró el llamado a Moscú para que respete las fronteras y el espacio aéreo de Turquía, que son también, subrayó, territorio de la Alianza Atlántica.
Indicó asimismo que la OTAN no ha recibido explicaciones hasta la fecha de Moscú sobre lo ocurrido «más allá de lo que hemos visto en los medios de comunicación», e indicó que se ha hablado de la posibilidad de recurrir a las líneas de comunicación militar entre la Alianza y Rusia para abordar este tipo de incidentes.
En ese sentido, consideró que esa vía puede ser la manera de expresar la preocupación de la OTAN, pedir explicaciones y enviar «un fuerte mensaje» de que ese incidente «no debe volver a ocurrir», indicó.
El responsable máximo de la OTAN, que ante la crisis convocó de urgencia al Consejo del Atlántico Norte, el máximo órgano de decisión de la Alianza Atlántica, denunció además la creciente presencia de fuerzas rusas en territorio sirio y en el Mediterráneo.
Los aliados de la OTAN respaldaron a Turquía ante la violación «inaceptable» e «irresponsable» por parte de Rusia de su espacio aéreo, al tiempo que instaron a Moscú a detener «inmediatamente» sus ataques contra la oposición y civiles en Siria para centrarse en luchar contra el EI.