El juez, que investiga a la madre y hermana del fallecido fiscal por presunto lavado de dinero, rechazó las nulidades pedidas por ellas para que no se consideren válidas pruebas remitidas por la justicia norteamericana.
Sara Garfunkel y Sandra Nisman habían pedido a través de su abogado que se consideraran nulas y sin valor judicial la documentación enviada por el organismo antilavado de aquel país, la Fincen, a pedido de la justicia federal argentina.
Esos documentos ratificaron la existencia de una cuenta abierta por Nisman en el banco Merril Lynch de Nueva York en el año 2002, en la que figuraba como apoderado, ocultando su condición de persona políticamente expuesta por ser fiscal.
La cuenta estaba a nombre de las familiares de Nisman, a los que luego sumó a su supuesto colaborador informático en la UFI Amia, Diego Lagomarsino, y de acuerdo a la documentación divulgada tenía un saldo de más de 660 mil dólares, con aportes de varios depositantes, entre ellos el financista Sebastián Stefanini, desaparecido en 2014.
Igual pedido de nulidad había presentado el propietario del auto de alta gama que usaba Nisman, el empresario Claudio Picón, también imputado en la misma causa.
Para pedir la nulidad, los abogados adujeron que los documentos de la unidad antilavado de los Estados Unidos carecen de valor probatorio y sólo puede usarse con fines de inteligencia por tratarse de registros secretos y por ende no pueden sustentar un “estado de sospecha” contra los titulares de la cuenta bancaria.
Los pedidos de nulidad se presentaron luego de que Canicoba los citara a prestar declaración indagatoria en calidad de sospechosos de una maniobra de lavado de dinero, según la requisitoria del fiscal Pedro Zoni.
Entre las operaciones investigadas figura la compra de un condominio en la Capital Federal a nombre de la madre de Nisman, cuyas cuotas dejaron de pagarse tras la aparición sin vida del fiscal, el 18 de enero pasado.
La indagatoria está paralizada y a la espera de una resolución de la Sala I de la Cámara Federal porteña por una recusación contra Canicoba presentada por las familiares de Nisman.
La madre y hermana del fallecido fiscal pidieron el apartamiento del magistrado por “enemistad manifiesta”, a raíz de sus declaraciones públicas sobre la cuenta y los gastos de Nisman.