Los seis turistas mexicanos heridos en un ataque de las fuerzas de seguridad de Egipto el pasado domingo en el que murieron ocho de sus compatriotas abandonaron ayer este país rumbo a México a bordo del avión presidencial junto a la canciller Claudia Ruiz Massieu.
Los pacientes fueron dados de alta ayer en el hospital de El Cairo, donde estaban internados, aunque algunos tendrán que seguir recibiendo tratamiento, según ellos mismos dijeron a la prensa a la salida del centro médico.
Los heridos son trasladados en el avión presidencial, que llegó en la madrugada del miércoles a El Cairo, después de que se produjera el fatal incidente en el que perdieron la vida ocho mexicanos.
También abandonaron Egipto todos los miembros de la delegación diplomática encabezada por la canciller, así como el personal médico, que certificó que los heridos estaban en condiciones para realizar el viaje de regreso a México, al igual que los médicos que los atendieron en el hospital cairota de Dar al Fouad.
Asimismo, los familiares de las víctimas fatales salieron del país árabe, donde permanecen por ahora los cuerpos de los ocho mexicanos muertos en el polémico ataque a manos de las fuerzas de seguridad egipcias, en el desierto occidental.
Antes de despegar del aeropuerto internacional de El Cairo, Ruiz Massieu dijo a la prensa mexicana que «se ha cumplido el objetivo del viaje, el cual era repatriar a los heridos» lo más rápido posible, y añadió que por el momento México «no va a realizar una investigación paralela, sino que confía en la que lleven a cabo las autoridades egipcias».
En el incidente, que tuvo lugar en el desierto cuando los turistas hicieron un alto para descansar y comer durante una excursión al oasis de Bahariya, murieron ocho mexicanos y cuatro egipcios.
Según el Ministerio del Interior de Egipto, la comitiva fue confundida con terroristas. Los sobrevivientes declararon que fueron bombardeados desde el aire.