San Luis (LaNoticia) 17-09-15. Las estadísticas de la base de datos de los más de 4.500 accidentes relevados por CESVI ARGENTINA señalan que en las rutas y autopistas de nuestro país, la franja horaria más peligrosa para viajar en auto es la que va entre las 12 de la noche y las 6 de la mañana.
En este lapso de tiempo se producen el 11,31 % de los accidentes de todo el día con apenas un 3,95 % del parque de autos circulante; en cambio entre las 6 y las 18, ocurre un 64 % de los accidentes del día con un promedio de 34 % de los autos circulantes de una jornada completa. Si se tiene en cuenta la proporción entre autos y accidentes, es evidente que el riesgo de noche es tres veces mayor que en el resto del día.
Además, en las horas pico (de 7 a 10 y de 17 a 20 hs) se producen los grandes congestionamientos, se saturan las vías de circulación y esto genera más accidentes pero de menor gravedad, ya que las velocidades, debido al flujo de tránsito, no son altas. En cambio, durante las horas pico en las rutas, el incremento de vehículos provoca que algunos conductores realicen maniobras de adelantamiento arriesgadas, superando gran cantidad de vehículos a la vez o con poca distancia con respecto a los autos que circulan en sentido contrario. Esto, inevitablemente, incrementa la magnitud de las consecuencias cuando se producen los accidentes.
El análisis realizado surgen otros datos interesantes. Durante el día (de 6 a 19 hs) la cantidad de accidentes en las rutas alcanza el 70,6 % con un 76,6 % de vehículos en circulación, mientras que de 19 a 6 hs hay un 29,4 % de accidentes con 23,4 % de vehículos en las rutas.
Por otro lado, en una de las franjas horarias de mayor circulación (de 12 a 18), entre las 15 y las 18 hs hay un 12 % más de choques (en relación a los autos que circulan) que entre las 12 y las 15. Las causas pueden estar relacionadas con el almuerzo por que la fatiga y el sueño se hacen presentes. El sueño puede ser consecuencia de una comida pesada o abundante. La ingesta de alcohol, por otra parte, también es una de las causas que lleva al conductor a producir accidentes.
Un dato por demás importante es que los días domingo se choca más que el resto de la semana. En el último día del fin de semana, los accidentes parecen ser moneda corriente, con un 18,45 % respecto al resto de los días. Esto se debe a que hay horas muy críticas durante la jornada.
El primero de los horarios trágicos se encuentra en la madrugada y a las primeras horas de la mañana, en donde muchos choques son protagonizados por conductores alcoholizados.
Otra hora crítica es cuando la tarde comienza a caer; en esta franja horaria hay una gran acumulación de vehículos en las principales arterias y las ganas de llegar rápido provocan maniobras arriesgadas.
Por otro lado, Según las estadísticas de la Dirección de Tránsito de la Policía provincial, durante 2011, la mayoría de los accidentes de tránsito dentro de la ciudad se produjeron en los ingresos. Así, indicaron que el horario más peligroso es de 7 a 10 y las dos rutas que atraviesan el ejido urbano han sido el escenario de la mayor parte de los choques graves.
En función de lo antes expuesto, nos basamos en un estudio realizado por un experto en sueño del Reino Unido calificó como una «tortura» que la gente menor de 55 años inicie sus actividades laborales antes de las 9 de la mañana. Además, detalla que trabajar de 9 a 17 deja como resultado «un cuerpo agotado y estresado por la falta de sueño».
La Universidad de Oxford avaló la investigación de Paul Kelley y destacó que representaba una amenaza para el rendimiento de los seres humanos hasta los 55 años.
«No podemos cambiar nuestros ritmos de 24 horas. No se puede aprender a levantarse a una hora determinada. El cuerpo va a estar en sintonía con la luz del sol y no se es consciente de eso, ya que depende del hipotálamo -encargado de controlar el sistema nervioso central-, no de la vista», asegura Kelly.
El especialista, un becario honorario de investigación clínica del sueño de la Universidad de Oxford, aseguró que la sociedad necesita cambiar los horarios laborales y de inicio escolar para «encajar» con el reloj natural del cuerpo humano.
«Este es un tema social enorme. Las personas deben iniciar sus actividades a las 10 de la mañana hasta pasar los 55. La gente en general está privada de sueño y esto es muy perjudicial para el cuerpo e impacta física y emocionalmente en el rendimiento», dijo el investigador en el Festival de Ciencia británico en Bradford.
El cuerpo tiene un «marcapasos maestro» fijado en el cerebro por receptores especializados que están en el ojo y que impactan en todo el cuerpo. Se ha descubierto que la falta de sueño afecta la atención y la memoria a largo plazo y fomenta el consumo de drogas y alcohol.
También puede causar ira, ansiedad, frustración, comportamiento impulsivo, aumento de peso, presión arterial alta, estrés y problemas de salud mental. Los jóvenes son especialmente vulnerables a la privación del sueño, es por eso que la jornada escolar debería tener un comienzo escalonado en donde los niños mayores puedan ingresar a las 11 para permitirles que tengan un rato más para «remolonear», dice Kelley.
Para ir concluyendo, y no lo decimos desde la soberbia, lo dicen los chinos hace cinco mil años, nuestro cuerpo está diseñado para funcionar de día. Debido a ello en materia de seguridad, seguimos insistiendo que se debe invertir en infraestructura, legislación, educación y tecnología. Al mismo tiempo admito que dichos pilares para llegar a ese objetivo no está exento de complicaciones.