San Luis (LaNoticia) 12-08-15. A algunas personas o a ciertos sectores les puede sonar a repetitivo la evocación de lo tanto que ha sufrido la Argentina para consolidar su Democracia. Vale la pena reiterarlo, porque este 9 de agosto se produjo la séptima elección consecutiva para renovar las autoridades nacionales, provinciales y municipales a lo largo y ancho del país. Y es, además necesario valorar que los jóvenes que hoy participan como electores o elegidos, no conocen otra realidad que no sea una sociedad democrática.
Por eso es importante consignar que aquellos que intentan desprestigiar o subestimar la voluntad popular, en realidad, lo que desean expresar es su nostalgia por etapas históricas en donde la prohibición, el autoritarismo y la represión reemplazaron dramática y trágicamente a la soberanía de las urnas.
El pueblo argentino participó con interés, emitiendo una decisión clara, plural y auténticamente mayoritaria. Según la información oficial el 73,98 del padrón participó de las elecciones, es un porcentaje elevado en el contexto internacional. Y racional cuando se incorporan circunstancias como las lluvias copiosas y las inundaciones en parte del territorio nacional. Además, hay que incorporar otro ingrediente que merece ser tenido muy en cuenta en la participación democrática y es que el padrón íntegro comprende a ciudadanos mayores de 70 años, que no tienen la obligación de votar y también a aquellos que lo hacen voluntariamente, los jóvenes de 16 y 17 años.
La Memoria Histórica también participó en estas elecciones. Porque los resultados provisorios muestran que, más allá de los falaces mensajes de los medios de comunicación más poderosos y de las operaciones montadas sobre testimonios mendaces, la mayoría del Pueblo Argentino eligió no volver atrás. Optó por la continuidad de un Proyecto Inclusivo, Integrador, Nacional, Popular y Latinoamericano, que coloca a la Política como ordenadora de la vida y al Estado como garante para acceder a los Derechos que a todo ciudadano le corresponde.
Es indispensable reafirmar que la Historia es veedora fundamental en todo proceso colectivo. Que la Memoria es el resguardo del sistema democrático y que la Voluntad Popular es la rectora de los Derechos Constitucionales y Universales.