“El fallo ratifica que la responsabilidad es clara”, señaló en diálogo con Página/12 Diego Escoda, fiscal general de Dolores, en referencia a la resolución de la Cámara de Apelaciones y Garantías de esa ciudad que rechaza el pedido del defensor de retirar las prisiones preventivas de los imputados y desestimar las indagatorias tomadas por la fiscal Verónica Zamboni. “Hay elementos suficientes para que los ocho imputados sigan detenidos”, afirmó Escoda, quien también advirtió que los primeros resultados del estudio de ADN refuerza la acusación.
En otro fallo, los cuatro camaristas que evaluaron los pedidos del defensor Hugo Tomei rechazaron las nulidades que había solicitado por la actuación de la fiscal. Por el contrario, ratificaron la continuidad de Zamboni en la investigación de la causa, como informó este diario .
“No menor es la pena en expectativa, la más grave sanción que establece el Código Penal: reclusión o prisión perpetua”, señala el juez Luis Felipe Defelitto en los argumentos del fallo. La resolución, además de confirmar la vigencia de la prisión preventiva para los ocho rugbiers, mantiene la acusación contra Máximo Thomsen y Ciro Pertossi como “probables coautores penalmente responsables” del crimen, y contra Luciano y Lucas Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz como «probables partícipes necesarios».
En la resolución, también firmada por Susana Miriam Darling Yalton, Matías Nicolás Sommariva y Fernando Sotelo, Defelitto sostiene que lo ocurrido con Fernando Báez Sosa en Villa Gesell “fue, simplemente, una cacería humana con un solo objetivo: la víctima”. En el episodio, agrega, son claras “la brutalidad de la golpiza ejercida contra la víctima, el motivo fútil que llevó al accionar de los imputados a darle muerte, el desprecio total por la vida ajena”.
Por su parte, el juez Sotelo agrega que “poca duda cabe del adecuado y armónico análisis que ha hecho el Dr. Mancinelli (en referencia al juez David Mancinelli, quien dictó las medidas), para justificar su decisión del dictado de la prisión preventiva”.
Los ocho jóvenes se encuentran en la Alcaldía de Melchor Romero, en La Plata, adonde fueron trasladados para la realización de peritajes psicológicos. “Está todo funcionando mucho más lento”, explicó el fiscal Escoda, quien estimó que “en junio o julio la fiscal presentará la requisitoria a juicio oral». Sin embargo, añadió, «no creo que se llegue a hacer este año, aunque esa era la idea”.
Respecto al destino de los imputados, señaló que “es probable que no vuelvan al penal de Dolores”, aunque todavía no está determinado el sitio donde serán alojados luego de finalizar los peritajes.
La fiscal Zamboni continúa
Una de las apelaciones del defensor Hugo Tomei consistía en la recusación contra la fiscal Verónica Zamboni y el pedido de nulidad de las indagatorias a los imputados. La presentación también apuntaba a la nulidad de la declaración de dos testigos, Santiago Corbo y Tomás Bidone. Los camaristas, sin embargo, respondieron que la evidencia presentada para ese pedido “era y es improcedente”.
Según Tomei, la defensora oficial no puso en conocimiento de la causa a los imputados, previo a la indagatoria de la fiscal. La acusación del defensor se basa en un cálculo horario, que los camaristas desestimaron, tras considerar que “bajo ningún punto de vista puede sostenerse que hayan estado indefensos” los rugbiers.
ADN de Báez Sosa en la ropa de los rugbiers
El resultado preliminar de los estudios de ADN practicados sobre restos genéticos hallados bajo las uñas de Báez Sosa brindó “más elementos incriminantes que van corroborando las hipótesis”, señaló el fiscal Escoda.
Si bien el informe aún no está terminado, el laboratorio informó telefónicamente, como adelanto, que fue hallado material genético de Blas Cinalli bajo las uñas de Báez Sosa. Para Escoda, eso “significa que la víctima alcanzó a defenderse con algún rasguño y no pudo” evitar la agresión. Por ahora, Cinalli está imputado como “partícipe necesario”.
Por su parte, el peritaje sobre las prendas que esa noche llevaban los rugbiers determinó que el 70 por ciento de la ropa secuestrada horas después del homicidio cargaba rastros de sangre que coincidieron con el ADN de la víctima. «Si bien todavía no están los informes completos sobre la ropa, este adelanto suma a las pruebas», señaló Escoda. Por el aislamiento obligatorio, los peritajes psicológicos y psiquiátricos pendientes todavía no tienen una fecha determinada.